Cuando entre la
sombra oscura
perdida una voz
murmura
turbando su triste
calma,
si en el fondo de
mi alma
la oigo dulce
resonar,
dime: ¿es que el
viento en sus giros
se queja, o es que
tus suspiros
me hablan de amor
al pasar?
Cuando el sol de
mi ventana
rojo brilla a la
mañana
y mi amor tu
sombra evoca,
si en mi boca de
otra boca
sentir creo la
impresión,
dime: ¿es que
ciego delirio,
o que un beso en
un suspiro
me envía tu
corazón
(Bécquer)
La historia es ardua,
compleja.. Lo es porque los seres humanos somos complicados,
inescrutables, difíciles.. Y lo es, también, porque son más ya de
5.000 años los que llevamos a nuestras las espaldas de episodios
truculentos, guerras interminables o efímeras paces... Pero es ahora
precisamente cuando la aventura de los hombres en la tierra está más
sosegada. Sí, definitivamente son estos tiempos una época que
podíamos catalogarla de concordia y convivencia, a pesar de lo que
podamos creer..
Pero si la historia
real, la interminable y profunda es la que ha cambiado el signo de
los hombres y de los países sobre la faz de la tierra, son las
anécdotas de esa historia las que a veces nos queda con más fuerza
y perseverancia en nuestro imaginario colectivo o individual... Miren
sino...
Una anécdota que
recuerdo, así a bote pronto, y que fue real como la vida misma se
dio cuando el mítico general romano Publio Cornelio
Escipion tras someter la ciudad de Cartagena en el siglo III
a.c. rechazó una proposición que le hicieron sus legionarios..
Conociendo sus apetencias por las chicas adolescentes le ofrecieron
una joven íbera para su disfrute carnal; no obstante al saber que
era la prometida de un héroe local --aunque enemigo suyo-- no solo
rechazó la suculenta tentación, sino que la dejó libre regalandole
la dote de oro que el padre de la chica le había ofrecido para que
la dejara en libertad..
Ésta de arriba
posiblemente no la supieran, no se lo reprocho pues es menos
conocida, pero no dudo que estarán al día en lo de la hazaña
de Guzmán “El bueno”...
Era Guzmán un noble
leonés de nombre Alfonso Pérez Guzmán que, llamado por el rey
castellano Sancho IV a defender la ciudad de Tarifa sitiada por los
moros, se encontró con la sorpresa de que estos habían capturado a
su hijo mayor y le ofrecían su vida a cambio de rendir la ciudad..
El bueno de Guzmán, valiente él como ninguno, no sólo no rindió
la ciudad, sino que les ofreció su propia espada para que
decapitaran a su pobre hijo... Además lanzó aquella legendaria
frase a grito pelado desde lo alto de la muralla “Matadle con
esta espada si así lo habéis determinado, que más quiero honra sin
hijo que hijo con mi honor manchado”.. Claro que habría que
haberle preguntado a su pobre hijo, o a su madre, aunque, imagino que
la somanta que le caería al llegar a casa sería de aúpa..
Aquella conocidísima
frase --“Yo envié a mis naves a luchar contra los hombres no
contra los elementos”-- se supone que la dijo Felipe
II después de aquel desastre naval que tuvimos cuando
pretendimos invadir la pérfida albión (Inglaterra).. pero no
sabemos de dónde la han sacado pues realmente lo que dijo fue --“En
lo que Dios hace no hay que ganar o perder reputación, sino no
hablar de ello”-- pero, ¡es tan bonita la primera!.. Por cierto,
según expertos climatólogos, en aquellos tiempos se dio una pequeña
“Edad de Hielo” que duró más de un siglo. Un huracán pasó por
el Caribe y llegó a Inglaterra tres días después, justo cuando
nuestra poderosa armada estaba por allí, destrozándola.. Si hubiese
vivido José Antonio Maldonado, “el tio del tiempo” y
hubiera avisado de la tormenta posiblemente hoy no seríamos los
mismos, ni Inglaterra tampoco...
Otro momento clave en
la historia del mundo fue el encuentro entre el ministro de
exteriores de Napoleón,
Talleyran y su enemigo acérrimo, el jefe de la policía
secreta Josep Fouché. Quiso asociarse Talleyran con su
enemigo porque veía venir el desastre al que llevaba a Francia la
política del emperador. Nada hubiera sido igual de no producirse el
encuentro de esos dos viejos zorros, Europa y el mundo serían muy
diferentes a lo que es hoy en día.. Y es que ya lo dijo Abraham
Lincoln --“Un enemigo se destruye conviertiéndolo en
amigo”-- En fin, cosas de la historia que debemos conocer..
Joaquin Yerga
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