martes, 9 de abril de 2019

Mis cementerios favoritos.






Descienden taciturnas las tristezas
al fondo de mi alma,
y entumecidas, haraposas brujas,
con uñas negras
mi vida escarban.
De sangre es el color de sus pupilas
de nieve son sus lágrimas;
hondo pavor infunden..., yo las amo
por ser las solas
que me acompañan.
(Manuel Gutiérrez)

Que en gloria esté” “Ya descansó” “Séale la tierra leve” etc. etc.. expresiones son estas que, imagino, que les resultarán familiares, lamentablemente... Hay otras --no tan amables-- para desear al familiar del finado un feliz trance al más allá; no es mi intención contárselas, pero si lo que sigue...
Se sorprenderán si les digo que visitar cementerios es un buen gusto que tienen mucha gente entre las que me incluyo, y les advierto que no tiene porque ser necesariamente un asunto morboso, ni mucho menos.. Sin ir más lejos aquí en Madrid, en el considerado mayor cementerio de Europa, La Almudena, también llamada Necrópolis de Este, hay visitas guiadas que le llevan al turista a conocer los entresijos del colosal cementerio y contemplar “in situ” muchas de las tumbas de personajes famosos que han muerto durante un par de siglos atrás..
¿Qué puedo decirles del cementerio de La Almudena que no sepan?.. pues que ocupa nada menos que 120 hectáreas, o lo que es lo mismo, 120 campos de fútbol, y que hay enterrados allí más de cinco millones de personas. Si tenemos en cuenta que la capital la habitan hoy en día poco más de tres millones de vivarachos individuos, quiere eso decir que hay mas muertos que vivos..
En Madrid hay otros cementerios, por supuesto, pero éste de La Almudena es sencillamente apabullante; para visitarlo, paseando, mientras se ojean los curiosos epitafios de las miles de tumbas que acoge en su interior se necesitan varios días.. 
Algunos de los personajes que allí reposan para la eternidad son conocidos por todos. Los hay desde políticos importantes del siglo pasado hasta artistas o intelectuales recién fallecidos.. Miren algunos.. Pablo Iglesias (al que los socialistas cada año en su aniversario van a ponerle flores), Julián Besteiro (el buen socialista muerto en prisión durante la guerra), Pio Baroja (el escritor) Giner de los Ríos (el de la Institución Libre de Enseñanza) Dolores Ibarruri (la comunista del No Pasarán) Largo Caballero (el llamado Lenin español) Marcelino Camacho (el mítico dirigente de CCOO) Francisco Garcia Lorca (ojo, el hermano y también poeta de Federico) Blas de Otero (poeta) Dámaso Alonso, Aleixandre, Ridruejo, Ferlosio, etc (escritores todos ellos) El Yiyo, Antoñete, Francuelo etc. (toreros) Ángel de Andrés, Jose Bódalo, Cafarell, Julia Caba Alba, Antonio Garisa, Irene Gutiérrez Caba, Lina Morgan, Enma Penella, Aurora Redondo, Alfredo Mayo, Fernando Rey etc. etc. (actores muy conocidos y queridos) Lola Flores, Estrellita Castro, Olga Ramos, etc. etc. (cantantes inolvidables) Tierno Galván, Ramón y Cajal, Benito Pérez Galdós, José Canalejas (expresidente del gobierno) etc. etc. ¿Alguien da más? No me digan que no se divertirían, aunque divertirse tal vez no sea la palabra correcta tratándose de un camposanto pero, al menos estimulará su curiosidad en grado sumo..
¿Se imaginan caminar lentamente por las docenas de calles y plazas de su interior sorprendiéndose a cada paso que den al contemplar lapidas y leyendas de personajes superconocidos?.. 
No es lo mismo, pero yo recuerdo haber dado muchas vueltas por la cuatro calles del cementerio de mi pueblo curioseando con los apellidos de los allí sepultados, intentando conocerlos o saber de ellos y sus historias... --por cierto, lo único que tiene de parecido con el de Madrid es que acoge en su seno a más gente muerta que habitantes vivos tiene la población--.. 
Una de las peculiaridades que tienen los cementerios de las poblaciones pequeñas es la proliferación de los mismos apellidos y la cantidad de veces que se repiten en las estelas lapidarias. Eso demuestra el alto grado de endogamia que hemos tenido en épocas pasadas. La gente tenia poco donde elegir y se casaban entre ellas y sus descendientes una y otra vez.. En las aldeas es acojonante, no sé como no hemos salido un poco tarados todos al mezclar nuestra misma sangre infinidad de veces... o tal vez si, un poco.. 
Pero todo esto ha cambiado; gracias que hoy en día la gente busca su media naranja entre millones de aspirantes de medio mundo; eso debe ser bueno para renovar sangres y genes, aunque no les guste a los más exacerbados nacionalistas que quizás por la excesiva endogamia pasada están así de tocados...
Dicho queda..
Joaquin Yerga

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