Por favor, no arruinéis mis recuerdos

Era un jardín sonriente;

era una tranquila fuente

de cristal;

era a su borde asomada,

una rosa inmaculada

de un rosal.

Era un viejo jardinero

que cuidaba con esmero

el vergel,

y era la rosa un tesoro

de más quilates que el oro

para él.

--Álvarez Quintero--

No, no deberían reponer series de antaño, de nuestra niñez. No deberíamos volver a verlas salvo exponernos arruinar nuestros sueños infantiles..

Visualizar ahora de mayor un capítulo de Vacaciones en el mar da risa por la ingenuidad de argumentos y papanatismo de los actores.. Perderíamos, os lo aseguro, ése aura nostálgica que aún nos queda de ella.

Tampoco de Bonanza, de los Ángeles de Charlie, de El Fugitivo o de Viaje al fondo del mar, por decir sólo algunas de las muchas había, se podría decir mucho Bueno, ¿Sabéis una cosa? Si acaso a Colombo, salvaría yo de la quema; aún se pueden ver con cierta seriedad sus capítulos.

De La Casa de la pradera, además de su candidez interpretativa, nos mintieron como bellacos para edulcorar una etapa en la historia de América que ni por asomo fue como nos las han pintado los cineastas yanquis. Los capítulos que con tanta ansia infantil veíamos de ésta serie fueron burdamente manipulados al antojo de los directores de turno..

Hoy lo sabemos porque se ha hecho público el libro original en el que está basado la mítica serie y, por ejemplo, Charles Ingalls, el padre de Laura (Michael Langdon) era un tipo de mucho cuidado, maltratador, moroso y hasta okupa en una casa que no era suya...Y así todo..

La Casa de la pradera fue un éxito sin precedentes en todo el mundo, incluido en los Los Estados Unidos, y por supuesto en España, en donde no había niño, jovenzuela o mayor que no derramara una lagrimita ante cualquiera de sus lastimeros capítulos..

En fin, cómo nos engañaban, pero.. ¡éramos tan jóvenes!..

Joaquín