sábado, 27 de abril de 2019

Ayúdenme, ¿a qué partido voto?..









Cuando me lo contaron sentí el frio
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra un muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche
en ira y en piedad se anegó el alma
¡y se me rebeló por qué se llora!
¡y comprendí una vez por qué se mata!

Pasó la nube de dolor... con pena
logré balbucear unas palabras...
y ¿qué había de hacer? Era un amigo,
me había hecho un favor... Le di las gracias
(Bécquer)

No se lo van a creer, pero necesito que alguien me asesore sobre qué partido votar mañana; estoy perdido.. No obstante, antes de que nadie ose aconsejarme y lleve a cabo semejante acto de generosidad para conmigo, debo decirles qué pienso realmente y cuál es mi filosofía de vida.., ¿es lógico, no?
Comenzaré diciéndoles que soy un tipo normal, de esos llamados eufemísticamente “de a pié”.. En algunos lugares se me podría englobar dentro de la denominada clase media, aunque últimamente y por circunstancias inconfesables, venido a menos.. Otros datos que pueden serles de utilidad para el desinteresado consejo que espero me den, son los que siguen...
Soy nacido y criado en España con ancestros de toda la vida de esta nacionalidad. He vivido la primera parte de mi existencia bajo la llamada “dictablanda” de Franco... Lo de “dictablanda”  lo digo en contraposición a los primeros años de la posguerra, que sabemos fueron durísimos. Yo afortunadamente viví lo mejor, el “desarrollismo”, la emigración masiva y también aquello del, “Spain is different”  con sus turistas de sol y playa...
En esa España, algo gris todo hay que decirlo, incrustaron en mi pensamiento y a marchamartillo que nuestro país era indivisible... Y me hablaron de nuestras regiones y sus costumbres, de  sus trajes típicos y de sus productos exclusivos de cada una de ellas.. También aprendí una historia común de héroes medievales y aquello de que “en España no se ponía el sol”por lo inmenso de su imperio..  Por lo tanto llevo en lo más profundo de mi alma ese substrato de español al uso..
Pero hay más: Más tarde,  muerto ya el dictador (hecho que coincidió con lo más lozano de mi juventud) nos explicaron lo bueno que era la democracia  y la transición a ella tan perfecta que estábamos haciendo. Fuimos ejemplo para el mundo entero de nuestra reconciliación, tan difícil después de una guerra civil. La aceptamos todos yo también, porque por primera vez en nuestra complicada historia podríamos convivir como un país civilizado con partidos políticos de todo signo y condición...
Acepté así mismo (como casi todos mis compatriotas) los nuevos aires de progreso y tolerancia. Por enumerar algunos diré que fueron bienvenidos por mi parte, y sin despeinarme siquiera: el divorcio, los matrimonios de homosexuales, el aborto, la libertad de expresión, o la ley del tabaco, en lo tocante a lo social. También, ¡cómo no! en lo político la España diversa, con sus  autonomías, los idiomas co-oficiales, o incluso el derecho a declararse independentista, que de todo había..
Me indigné mas tarde (como todos los españoles de buena condición) con los atentados terroristas de la banda ETA, que nos asesinaban a mansalva y sin pudor. Al estar residiendo ya en Madrid en  los llamados “años de plomo, durante los cuales semana si y otra también nos ponían o amenazaban con alguna bomba indiscriminada, padecí el temor y los cotidianos sustos de sufrir sus efectos colaterales, que llamaban ellos...
He presenciado, dolido y perplejo en estos últimos tiempos, una cadena de despropósitos, manifestaciones ofensivas y agravios de ultranacionalistas periféricos sobre nuestro país  y los españoles sin merecerlo. Incluso me han acusado de manera inmisericorde de que les robo, que les quito su libertad o que les he invadido su terruño. Han quemado mi bandera, asesinado a compatriotas (podíamos haber sido cualquiera de nosotros) en nombre de un derecho de autodeterminación que se salta, por cierto, las reglas y leyes que nos dimos todos en la constitución...
Pero el lumbreras que me vaya a instruir sobre el voto que debo emitir debe conocer también mis deseos. Son sencillos: Primero y sobre todas las cosas que a todos los españoles nos vaya muy bien -- a todos sin distinción-- que encuentren su trabajo preferido, los que lo busquen, ¡claro! (a mi que no me miren) y que nuestro nivel de vida y progreso sea de los más altos del mundo. Y cómo no, que la sanidad y la educación naveguen viento en popa por todos y cada uno de los rincones de nuestra patria...
Advierto al hipotético asesor que esté presto a socorrerme que estoy a favor de la unidad de España porque entiendo que es la única forma de prosperar y de que haya igualdad y bienestar para todos. A él le informo, por mi parte, que podría depositar mi voto en la urna de Podemos porque se definen como un partido de izquierda que están por la igualdad de todos, pero veo su programa electoral y resulta que están aliados con independentistas de todo signo y ralea que lo único que los unen es su odio a España y marcar diferencias entre nosotros...
Informo a mi --a estas alturas ya-- desconcertado consejero, que siempre tuve simpatías por el Psoe de Felipe González, pero (y por esto dudo en votarles) me sorprendo de su blandenguería actual para con los radicales nacionalistas, y observo con pena un afán desmesurado por pactar con los anteriores a cualquier precio..
Acerca  del PP entiendo que quizás defiendan mejor que los dos anteriores la unidad del país y  la igualdad de todos los españoles, sean de la región que sean, porque son menos autonomistas, aunque reconozco que tiempo han tenido de endurecer leyes y no lo han hecho.. La economía mejora con su gestión, pero hay temas sociales: aborto, eutanasia que no estoy muy de acuerdo con sus planteamientos..
Del emergente Ciudadanos, tal vez un poco bisoños los veo, sin embargo como liberal que dicen ser y considerándome yo de esa condicion, no me desagradan del todo.. Aun así tengo dudas razonables de depositar en su urna mi voto.. Quizás el consejo que espero me sirva para disipar temores...
Me queda, amigo e improbable consejero, ése nuevo partido surgido a la derecha del PP, cebado por las ofensas de los independentistas y que le pusieron de nombre Vox.. Lamento no decirte mucho sobre él porque, a pesar de las enormes expectativas que suscitan en estas elecciones no conozco su programa ni ideario, solo que, y en eso estoy de acuerdo, suspira por la unidad del país..
Con todo mi pensamiento  político-social abierto en canal y expuesto a valoración pública, espero que alguna persona sensata  y prudente, con miras a conseguir un país mejor a corto y largo plazo me ayude. Que no se deje llevar éste  por inquinas, odios o revanchas, y que me oriente cómo colaborar para que esta nave llamada España vaya en rumbo seguro hacia  una meta bien definida y deseada por la mayoría.
Dicho queda..
Joaquín Yerga



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