Yo
sé cual es el objeto
de
tus suspiros es;
yo
conozco la causa de tu dulce
secreta
languidez.
¿Te
ríes?...algún día
sabrás
niña por qué,
tú
acaso lo sospechas,
y
yo lo sé.
Yo
sé cuando tú sueñas,
y
lo que en sueños ves;
como
en un libro, puedo lo que callas
en
tu frente leer.
¿Te
ríes?...algún día
sabrás,
niña, por qué;
mientras
tú ríes mucho y nada sabes,
yo,
que no siento nada, todo lo sé.
(Bécquer)
No
crean que el fuego devastador solo se cebó con la catedral de Notre
Dame hace un par de días, imagino que saben que son multitud de
palacios y obras de artes las que pavorosas llamas se han llevado por
delante calcinando bellezas tan inigualables como irrecuperables..
Me estaba acordando del gran palacio y antigua residencia de los
reyes de España, llamado El Alcázar de Madrid y su destrucción
total por las llamas.. Miren qué drama...
Estaba
situado el Alcázar en el solar que ahora ocupa el Palacio Real y era
una mole inmensa, sito justo en la cumbre de ese promontorio de la
ciudad desde donde se divisa todo el valle de Manzanares y algo más..
Su construcción tal vez se remontara a tiempos de los Reyes
Católicos, y los sucesivos monarcas posteriores lo fueron
ampliando.. Ahí tenía la corte los últimos de los austrias y el
primer borbón, Felipe V.. Entre sus estancias estaba el estudio
donde Velázquez ejecutó con su prodigioso pincel casi todas sus
mejores obras...
Figúrense
cómo sería hoy el Museo del Prado si de los más de mil cuadros que
albergaba el Alcázar, algunos del mismo Velázquez como la famosa “La expulsión de los Moriscos” y otros muchos de los mejores
pintores del momento de, Ticiano, Rubens, Rembrandt, etcétera, no se
hubieran chamuscado centenares de ellos en aquel fatídico incendio..
Todo
empezó un 31 de diciembre de 1734, es decir, la misma noche de
nochebuena. La chispa se originó en el taller que el pintor
holandés, Jean Ranc tenia en la zona sur del palacio.. El fuego fue
espantoso, toda la ciudad de Madrid se movilizó para ayudar a
atajarlo.. Campesinos, artesanos y comerciantes de todas las zonas
aledañas y arrabales acudieron cargados con cántaros, cubos y
cualquier objeto que pudiera almacenar agua que echar a las llamas..
Las autoridades impidieron abrir las puertas del palacio temiendo que
fuera a ser objeto de saqueos y actos vandálicos por parte de la
plebe, lo que hizo sino avivar más si cabe la tea ardiendo que era
ya el colosal edificio..
Todo
quedó arrasado, se perdieron mas de 500 cuadros de un valor
incalculable, joyas, trajes, mobiliario, todo lo que un Palacio Real
de más de 400 años pudiera albergar.. Como siempre, se especuló
sobre el origen y las intenciones de los posibles pirómanos, incluso
se señaló como culpable al mismísimo rey Felipe V que, deprimido
por tener que residir en un viejo y austero palacio, nada que ver con
las maravillosas estancias de su Versalles natal allá en Paris,
ordenó meterle fuego... Por supuesto todo quedó en eso, habladurías
sin sentido, aunque nunca se supo el origen real del fuego..
Gracias
a Dios y a algunos despabilados guardianes del palacio que aun se
pudieron salvar de la chamusquina unos 500 cuadros incluido “Las
Meninas” que, arrancado el lienzo del marco se pudo arrojar por una
ventana y ser rescatado en buen estado... Estos cuadros fueron luego
el origen del actual Museo del Prado, ¡menos mal!.. Por cierto, 200
años después vivieron estas obras de arte una situación parecida
durante la Guerra Civil y los bombardeos de Madrid por el bando
nacional..
El
terreno donde se ubicaba el antiguo Alcázar quedó desierto durante
cuatro años, hasta que el mismo Felipe V, mandara iniciar las obras
del actual y magnifico “Palacio Real” al más puro estilo francés
que estaba de moda entonces.. Se inauguró oficialmente unos
cincuenta años más tarde, reinando el llamado mejor alcalde de
Madrid, Carlos III, o lo que es lo mismo el architatarabuelo de
Felipe VI, nuestro joven rey actual.. Hoy es el palacio más grande
de Europa; y yo apostaría que de los más bonitos..
Tengamos,
por favor, cuidado con nuestras joyas arquitectónicas porque de
ellas dependerá el futuro de nuestros hijos y nietos. Ya que no
somos muy despabilados para las tecnologías y las nuevas industrias
de las que vivir, posiblemente el turismo será lo que nos salve de
la pobreza..
Dicho
queda..
Joaquin
Yerga
No hay comentarios:
Publicar un comentario