miércoles, 10 de abril de 2019

¡Dios mio!.. Qué será de vosotros cuando yo no esté...






Era un jardín sonriente;
era una tranquila fuente
de cristal;
era a su borde asomada,
una rosa inmaculada
de un rosal.
Era un viejo jardinero
que cuidaba con esmero
el vergel,
y era la rosa un tesoro
de más quilates que el oro
para él.
A la orilla de la fuente
un caballero pasó,
y la rosa dulcemente
de su tallo separó.
Al notar el jardinero
que faltaba en el rosal,
cantaba así, plañidero,
receloso de su mal:
--Rosa, la más delicada
que por mi amor cultivada
nunca fue;
rosa, la más encendida
la más fragante y pulida
que cuidé,
¿Quién te llevó de la rama
que no estás en tu rosal?
¿Tú no sabes que es grosero
el mundo? ¿Que es traicionero
el amor?
(S. y J. Álvarez Quintero)


Ayer se hicieron eco los medios de comunicación –así empezaban antes algunos artículos-- de una noticia un tanto preocupante por su colosal envergadura, y por lo que pudiera llegar a influir en nuestras vidas, sobre todo en la de nuestros hijos y nietos. Decía así: en España, en veinte años, habrá residiendo --legal o ilegalmente-- unos 9 millones de africanos, aquí se incluye magrebíes por supuesto; en Europa en general 120 millones, ¡ahí es nada!.. Aunque no creo que nadie se lleve las manos en la cabeza porque al paso que vamos me creo perfectamente estos datos..
En África viven ya la friolera de 1300 millones de seres humanos, la mayoría de ellos más pobre que carracuca.. Es el continente que más crece de todos con diferencia, y lo tenemos a tiro de piedra... Para que se hagan una idea, la media de hijos por madre en la mayoría de los países africanos es de, entre cinco y seis, mientras que en España es de solo 1.5 hijos por mami; así que ya me dirán.. ¡Ah! y otro dato importante, el 40% de la población del continente vecino tiene menos de 15 añitos; en nuestro país la media de edad es de 44 años. Comprenderán que con estas abrumadoras cifras es imposible competir, tarde o temprano vendrán todos para acá, salvo hecatombe positiva..
Bien es verdad que con nuestra poca disposición a procrear, las menos ganas que vamos teniendo de trabajar y las jubilaciones cada vez más anticipadas, alguien tiene que hacerse cargo de los oficios más menesterosos, ya que aquí no encontraremos a uno ni de coña pero, ¡claro! otra cosa es ése cambio tan brutal porque, a los presuntos 9 millones de africanos tendremos que sumarle otros cuantos milloncejos de suramericanos que, bien por nuestra afinidad idiomática, mismo acervo cultural o porque allí estén hechos unos zorros, también querrán venirse para acá..
Figúrense por un momento cómo será el panorama dentro de solo veinte años.. Si hoy tenemos en nuestro país unos seis millones de extranjeros contando los de todos los países del mundo, de ellos algo más de un millón africanos, --la mayoría magrebíes-- a los que le siguen casi 700.000 rumanos y luego muchos suramericanos, ¿cómo será el padrón de habitantes cuando lleguen esos restantes 8 millones de africanos?.. Ni me lo imagino..
Pero luego tenemos la paradoja de la España vacía, es decir, dos tercios del país se va a quedar desolado porque no hay gente que la habite, por lo tanto sólo unos cuantos núcleos de población urbanos van a absorber esa enorme cantidad de emigrantes que vendrán, ¡vamos, que ya están llegando!.. 
Preparémonos, pues, porque Baleares, Madrid o Cataluña tienen ya el 20% de su población extranjera. Hay zonas, barrios y pueblos de éstas comunidades con el 30%.. Por el contrario Extremadura, Galicia o Castilla y León apenas cobija el 3% del total de sus residentes...En fin, no sé qué será de nosotros, de Europa y del mundo en general.. Algo muy gordo está cambiando, los peores pronósticos se están cumpliendo.. A partir de ahora y  si nadie lo remedia, África será la cuna de esta parte del globo, y Europa la mortaja..
Dicho queda...
Joaquín Yerga

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