Estoy
muy mal... Sonrío
porque
el desprecio del dolor me asiste,
porque
aún miro lo bello en torno mío
y...
por lo triste que es el estar triste.
Pero
ya la fontana
del
sentimiento mana
tan
lenta y silenciosa, que su canto,
sonoro,
otrora, como risa, es llanto.
--M. Machado--
¿Por qué será que últimamente no me gusto en las fotos que me hago?.. Sin embargo, ¡Oh!, no me ocurre eso cuando me miro al espejo, que me sigo viendo guapo. 😜😜😜
¿No será que la imagen que veo en el espejo es la que tengo construida de mi mismo?. Pero, ¡claro!, no es la real. No, porque el espejo me devuelve la imagen centrada, y ni mi rostro ni mi cuerpo es simétrico. Sin embargo, una fotografía sí me muestra tal y como me ven los demás, y no como me veo a mi mismo cada mañana. Pues va a ser eso..
Tampoco me gusta mi voz cuando la oigo en una grabadora; la percibo extraña, diferente..😯😯😯 Debe ocurrir como la imagen de la foto, que no me escucho a como estoy acostumbrado, aunque esa es la voz que oyen los demás a través de las vibraciones del aire que llegan a sus oídos.
No obstante lo de la voz también tiene su explicación: he leído que las ondas de nuestra propia voz llegan a nuestros oídos por dos canales, el externo (el mismo con el que te oyen los demás), y un canal interno que transmite esas vibraciones a través de nuestra cabeza.
Esa caja de resonancia interna hace que cuando mi voz rebota en ella, me suene más grave y clara que cuando la escucho fuera. Por eso, la voz que escuchan los demás es distinta a la que escucho yo y, por eso también lo primero que siento es rechazo al oírme en un audio. ¿Será por eso por lo que nos gustamos tanto a nosotros mismos, porque no vemos nuestra realidad?. Pues es posible..
En fin, qué cosas. Nunca acabamos de conocernos a nosotros mismos.
Joaquín
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