domingo, 3 de septiembre de 2023

El tipo que era feliz haciendo crucigramas

                                                                                       



Quizás estando sola, de noche, en tu aposento
oirás que alguien te llama sin que tu sepas quién
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente, pero que no se ven...

--J. A. Buesa--


¿Queréis tener una memoria de elefante, un cerebro joven como el de un chiquillo, una capacidad cognitiva fabulosa, un freno al Alzhéimer? Seguro que si. Bien, pues haceros dos o tres crucigramas al día y, ¡mano de santo!

Lo acabo de leer, resolver unos cuantos crucigramas diarios o unos autodefinidos (también nos vale el sudoku) hace que nuestras neuronas estén activas, frenéticas, interconectando unas con otras y no dormidas, como cuando nos dejamos llevar por la vagancia mental y la rutina.

Sí, porque nos ha dado por el ejercicio físico, que sigue siendo estupendo y nos hace mantener el cuerpecín como un pincel, pero olvidamos la parte psíquica, todavía más importante que nuestro cuerpo serrano.

Ya sabéis, chicos & chicas, a estas edades nuestras no dejéis flaquear las entendederas, leed, socializar y un par de veces al día, un crucigrama; es bueno, barato y sencillo.

Dicen que hacer crucigramas es incluso mejor, para evitar el deterioro cognitivo, que, por ejemplo, los videojuegos del ordenador o la Play; bueno, pues no está mal, ¿no os parece?

Os digo una cosa, yo me he puesto manos a la obra, y por un eurito de nada ya tengo un librito de crucigramas, de esos que venden en quioscos y librerías. Sí sí, de los de toda la vida..

En fin.

Joaquín





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