miércoles, 14 de junio de 2023

La vida es un chiste

                                                                                      



Le dije adiós. muchas veces,
sin atreverme a dejarla,
y al fin, cerrando los ojos,
partí sin volver la cara.

No quiero verla, no quiero,
¡será tan triste encontrarla
con hijos que no son míos
durmiendo sobre su falda!

--F. A. Icaza--



No estaba yo para chistes; mi equipo había perdido no sólo el partido, sino la liga y encima, en las elecciones municipales desalojaban al alcalde por el que había tenido un gran aprecio, pero el tipo se empeñó. Sí, mi amiguete quiso seguir adelante con su, “gracioso” chiste, según él ¡claro!. Así que, entre sorbo y sorbo de cerveza, sentados en la terraza de nuestro bar favorito me lo contó:

Y María Luisa se nos murió, Joaquín, despues de una penosa enfermedad---me dijo

Al llegar al cielo la espera San Pedro en la misma puerta, que le dice:

---Tienes que deletrear correctamente una palabra si quieres entrar.

---¿Y cuál es la palabra?--respondióle ella

---AMOR---dijo San Pedro

María Luisa la deletrea perfectamente. Es fácil---pensó---y San Pedro la dejó entrar.

Dos de años después, San Pedro pidió a María Luisa que vigilase la puerta un par de horas mientras él hacía un recado. Para su asombro, en ese intervalo de tiempo aparece el que fue su marido.

---¡Oh, qué sorpresa!---dice ella encantada de recibirlo---¿Cómo estás?---le pregunta.

---¡Ah, pues he estado muy bien desde que falleciste!--contesta el marido---me casé con aquella guapa enfermera que te cuidó y nos fue muy bien. Entonces vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión en el barrio alto que siempre te gustó. Y justamente estábamos de vacaciones en los Alpes cuando decidí esquiar. Me caí, me golpeé en la cabeza y aquí estoy. ¿Qué hago para entrar querida?.

---Según las normas, debo decirte una palabra---dijo ella---si la deletreas correctamente la primera vez puedes entrar, si no, vas directo al infierno.

---¡Ah, muy bien! ¿Cuál es la palabra?---preguntó su marido todo amoroso

---¡SCHWARZENNEGGER!---exclamó María Luisa con rotundidad.

Jajaja, mi amiguete ni esperó a terminar de contarlo, él mismo se descojonó de la risa. Por cierto, despues de la carcajada me dijo que el chiste tenía moraleja, y es que, “Ni muerto le puedes decir toda la verdad a tu mujer”.

En fin. Perdonad..

Joaquín


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