martes, 20 de junio de 2023

Cambio ego por humildad, pago diferencia

                                                                                    




Llego al lejano huerto; bajo la parra
que da sombra a la escena que me imagino.
Resuenan los acordes de la guitarra.

Rompe el silencio una copla que ensalza el vino...
y al monótono canto de la cigarra
avanzo triste y solo por el camino.

--F. A. Icaza--


Acabo de cumplir los sesenta y pocos y, ¿Sabéis qué?.. Pues que en mi experiencia personal podría decir que lo primero que se pierde al pasar la sesentena es la energía física. Pero la naturaleza compensa, a cambio de esa pérdida van apareciendo una percepción y una claridad emocional proporcional a esa falta de vitalidad.

Todavía fantaseo cada día con la cantidad de cosas que voy a hacer mañana, aunque jamás llego a hacerlas todas. Me conformo con la mitad. Pero esa mitad, por lo general, las hago con más profundidad que las de antaño.

Y ahora que lo sé, ¿Qué creéis que más ganamos o más perdemos a medida que envejecemos, si es que ganamos algo?

De pérdidas no hará falta que os haga lista, perdemos mucho, pero, ¿y ganar? Pues mira: Qué os parece ganar pragmatismo, comprensión, experiencia, tranquilidad y sobre todo tolerancia, que no es moco de pavo. Bueno, y la conciencia de que todo es finito, sobre todo la vida.

Según envejezco va aumentando mi conciencia de que cada momento es precioso, más allá de que esos momentos sean satisfactorios o no. Son los últimos momentos de mi vida, por lo tanto tienen un gran valor para mi.

Aún así, siento que algo se me ha debilitado muchísimo, pero que, paradójicamente, me da un inmenso placer que así sea: el ego. Por contra he ganado en humildad. 

En fin, os pasara a todos los sesentones y sesentonas, supongo..

Joaquín





No hay comentarios:

Publicar un comentario