domingo, 26 de marzo de 2023

Un africano en Suecia

                                                                                   



Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

--Alfonsina Storni--


La melanina es la responsable de dar a la piel esos colores tan vistosos y variados que tenemos los humanos, incluso a las plumas de los pájaros y a las escamas de los peces; también da color a nuestros cabellos. 

Pero el color de la piel ha sido una excusa histórica para menospreciar a millones de personas que han vivido esclavizados por tenerla oscura, cuando esto es una memez. El color de la piel es lo que menos nos diferencia unos a otros; puestos a buscar desigualdades entre razas humanas, las habría mucho mayores en el tipo de cráneo o el factor de la sangre. 

La coloración de la piel es una simple defensa natural que nos proporciona la evolución para resguardecernos de los rayos solares. O todo lo contrario, predisponernos a asimilar más vitamina D en lugares escasos de sol. 

Por cierto, se acaba de descubrir que en poco más de 3.000 años un negro que se fuera a Suecia se volvería blanco (sus descendientes, claro). Antes se pensaba que se necesitaban al menos unos 10.000 años para esa adaptación.

En fin

Joaquín




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