lunes, 20 de marzo de 2023

El tipo que no se reía ni a la de tres

                                                                               



¡Qué amargo es el amor! Así exclamando,

yo cruzaré el desierto de mi vida,

mostrando a todos mi profunda herida,

que lágrimas y sangre está manando

--Rubén Darío--


Según el diccionario, humor sería el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas.. 

No sé si os acordáis del argumento de la famosa novela de Umberto Eco “El nombre de la rosa”; Bien, pues la historia iba de la prohibición de reírse. Según los más recalcitrantes talibanes del cristianismo de entonces, en la Biblia había suficientes motivos para creer que Dios no aprobaba la risa ni el humor, había que estar siempre serio y circunspecto para alcanzar el cielo, ¡ya veis qué tontería!. 

Y digo yo, y por seguir hablando de talibanes, pero ahora de la política, de estos que a los hombres nos van a prohibir cazar, comer carne, fumar, ir a los toros, piropear... ¿No será que quieren vernos todo el rato serios, airados, irritados, enfrentados, enojados, desunidos, confrontados, encarados, peleados, cabreados, y manipulados?.. No sé, no sé..

Claro que, tal vez reírse y pasárselo bien es de fachas. Me da la nariz que estos políticos de hoy en día necesitan amargarnos la vida para así ellos seguir justificando su inutilidad.. Sí, va a ser esto..

En fin. 

Joaquín




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