Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.
--Salvador Novo--
La semana que viene el Papa Francisco va a cumplir 87 años, ¡ahí es nada! A mi, personalmente, no me cae bien este Pontífice. No sé, no es simpático, además creo que España no le gusta mucho. Debe pensar como estos dirigente hispanoamericanos que creen que los españoles hicimos allí una carnicería y que les debemos el oro y el moro. En fin..
El caso es que está el Vaticano revuelto, a punto de abordar y discutir el asunto del celibato en la iglesia, así como permitir el acceso de la mujer al sacerdocio. Durante los últimos meses se han avanzado propuestas en ese sentido, también sobre la homosexualidad, lo que está provocando malhumores en algunos y los temores de un cisma de la Iglesia.
Pues que se den prisa, que se están quedando sin fieles, y sin curas. Y es que no es de recibo que en este mundo igualitario que queremos, las mujeres no puedan ser curas.
¿Os imagináis a una mujer dando misa? ¿Confesando?. ¡Y qué más da contarle los pecados a un hombre que a una mujer!. Bien es verdad que si estuviera soltera y de muy buen ver la hipotética sacerdotisa, las colas en los confesionarios serían de aúpa, ¡menudos lambuzones somos los tíos para eso! Lo bueno es que las misas estarían a rebosar de oyentes, sobre todo al principio, por la novedad.
Lo dicho, es una incongruencia tal todo esto, que deberían arrear si no quieren quedarse en los huesos. Yo estoy como loco por ver, primero un Papa negro, luego una Papisa y hasta un Papa con su mujer y rodeado de sus vastaguillos, pero me temo que no llegaré, pues el pobre Francisco está ya muy mayor, y delicado de salud..
Joaquín
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