Algo para recordar..

Tal vez no sepa a dónde voy, pero sí sé a dónde me gustaría regresar.

Todo empezó con la historia de una carta; o mejor dicho, la no historia, pues ésa carta nunca existió. 

Realmente se trata de una carta imaginaria que un tipo que conozco bien soñó con recibirla alguna vez. Ése tipo cometió el error de no perdonar un desliz a la mujer de su vida. El hecho le marcó para siempre. Ahora, aún años después no la ha olvidado, ni la olvidará jamás.

Querido J.

Ignoro si me has olvidado, yo sin embargo, aun sueño con volver a verte. Desde que no sé de ti algo ha cambiado en mi vida, sin duda a peor, pues cuando me dejaste fue como hacerme mayor de repente, y te juro que no me gusta lo que he hallado... 

Algunas veces imagino que estás conmigo y vuela mi imaginación al infinito; eso me permite aguantar la angustia. Otras fantaseo que eres tú el que me llamas y cojo rápido el teléfono esperando oír tu voz vacilante al otro lado suplicándome que vuelva, que no puedes más. Incluso, en mi locura, creo verte desde mi ventana esperándome, inquieto y ansioso por verme aparecer, pero enseguida se me hace real el pasaje y ante tu ausencia vuelvo, anímicamente vacía, a mis quehaceres...

Te fallé, es cierto, me deje llevar por un rato de placer y de locura y no supe rechazar unos deseos acaso controlables; ¡olvidé por un momento lo más me importaba en ésta vida, tú!..

Te podría haber mentido, haberte dicho que todo fue de una noche loca de amigas y de juerga, que no significó nada para mí, que sólo fue una vez, una hora de flaqueza dadas las circunstancias, pero no te lo merecías, sé que fueron muchas las veces que te juré fidelidad..

Ahora ha pasado el tiempo y no sé de ti, pero te sigo deseando con las mismas ganas de siempre porque, a pesar de la distancia, de tu olvido, necesito creer que algún pedazo de aquel amor que nos tuvimos todavía pervive en tu corazón.. 

Mari 

P.D. 

Mari le pidió perdón muchas veces. Sin calibrar bien su enorme dependencia de ella, él cometió el error más grande de su vida, hacerse el duro y dejarla marchar. Desde entonces no ha vuelto a verla, y es tan grande el vacío en su corazón, que de sobra sabe ya, que jamás nadie llenará..