jueves, 12 de septiembre de 2019

Lo que son las cosas...




Yo no creía en el amor. Hoy creo.
Creo, porque me hieren sus espinas.
Yo era ciego quizás... y ahora veo...
Veo un sol que se me hunde, y mi deseo
le sigue entre las brumas vespertinas.
--Rubén Darío--

Apuesto que todos y todas, que ya somos mayorcitos, sabemos lo que es, en sexo, hacer un griego, a qué negarlo.. También conocemos y hemos saboreado alguna vez un yogur griego, seguro, pero lo que no saben es de una cosa, extraordinaria en su día, y que se llamó, Fuego Griego.. Si me lo permiten se lo cuento...
Hubo una vez un arma secreta, terrible, destructiva. Un arma equivalente a lo que seria ahora la bomba atómica pero, pásmense, se utilizó en la Edad Media, es decir, hace la friolera de 1.500 años..
Ese arma se sabe quien lo inventó, y se conoce también cuando se perdió la fórmula.. Algunos le llamaron el Fuego Griego, creyendo que lo inventaron estos; otros, los propietarios del invento le denominaron, el Fuego Brillante.. Los dueños de la composición y manejo de semejante ingenio fueron los bizantinos y el inventor un ingeniero de nombre Kallinicos.. Pero, vamos por parte...
Los árabes a punto estuvieron de conquistar todo occidente. Hubo un momento en el que se hicieron invencibles.. En el siglo VIII sabemos que conquistaron toda España y cerca anduvieron de llegar al corazón de Europa; los paró Carlos Martel (rey francés) en mitad de Francia. Pero, ¡ojo! retrocedieron porque el califa de turno creyó que se le terminaban los refuerzos que venían del sur.. Y es que le llegó la noticia de que los bizantinos, en la otra parte del Mediterráneo, habían derrotado a un inmenso ejercito árabe en Constantinopla (Estambul)..
Efectivamente, los bizantinos gracias al Fuego Griego lograron derrotar a los musulmanes.. Si hubiese sido al revés, hoy toda Europa seria musulmana, que nadie lo dude.. Pero, ¿qué fue el Fuego Griego? ¿En qué consistía?.. La formula se perdió y ha sido un misterio durante siglos para historiadores y alquimistas. Según algunos consistía en una pasta elaborada a base de nafta (un derivado del petroleo) pólvora, azufre y algunos ingredientes más, desconocidos.. Y todo eso lanzado como catapultas a grandes distancias a través de unos soberbios tubos de bronce...
Los estragos que hacían las bombas incendiarias en sus enemigos eran terribles.. Se esparcía como un liquido incandescente y viscoso entre los cuerpos de los combatientes y los desgraciados morían quemados en medio de grandes alaridos de dolor; las carnes se desprendía de sus huesos, contaban los supervivientes; el horror era indescriptible.. Nada lo apagaba, incluso si se le echaba agua era peor.. Esta poderosa arma salvó a los cristianos bizantinos de ser aniquilados por los musulmanes, y por tanto a Europa de ser engullida por estos..
Tenían los bizantinos tres cosas que nunca jamas podían salir de su territorio ni tocar ningún extranjero; las joyas imperiales, una princesa real y el fuego griego... Del Fuego Griego sólo el emperador y la familia del inventor, Kallinicos conocían su composición.. Siglos más tarde, durante una revuelta, los herederos de la familia Kallinicos fueron asesinados y la fórmula se perdió para siempre; nunca se volvió a saber de ella, y no fue por falta de intentos para recuperarla..
En fin, sepan que si por nuestras calles no vemos más chilabas que ahora entre nosotros, más burkas entre nuestras mujeres y, minaretes en vez de campanarios en nuestras plazas, se lo debemos al misterioso Fuego Griego, que derrotó de los musulmanes..
Joaquin Yerga



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