martes, 24 de septiembre de 2019

Que paren el mundo que yo me bajo..




Amiga...
Dulce melodía de amor me inspira tu voz.
A sugerente aventura inducen tus labios.
Tus besos son pétalos de rosa en mi boca;
un sutil roce de seda, igual que posa la mariposa
en tierna flor sus delicadas alas.
Con ellos me ofreces un cielo donde aquietar
mi alma esa eternidad soñada..
--Joaquín--

Créanselo, cuando en ocasiones decimos que la realidad supera la ficción, por desgracia no es una frase hecha, sino que se cumple a rajatabla las más de las veces. Estamos en nuestro país acostumbrándonos a sucesos tan espeluznantes como insólitos; a casos tan increíbles por su crueldad que de haberse dado unas décadas antes no lo hubiésemos creído; pensaríamos que eran bromas macabras..
Apuesto lo que sea que aquel periódico tan siniestro que llamaban “El Caso”, en el que Margarita Landi, aquella sagaz periodista colaboraba con tan buena mano, no tendría hoy demasiado éxito pero, no porque no se dieran casos tan escalofriantes como los de antaño, que los hay infinitamente mayores, sino porque ahora se dedican a ello en cuerpo y alma infinidad de programas televisivos y periódicos digitales..
Imagino que me comprenderán si les digo que estamos entrando en una época atroz cuando, por ejemplo, vemos en la tele u oímos en la radio que desde una furgoneta en marcha unos tipos arrojan tres cuerpos salvajemente torturados a la cuneta y la noticia apenas nos eriza un cabello; o miles de casas okupadas, o ancianos semi-abandonados en un geriátrico de Valencia y sólo aguanta media mañana aguanta de actualidad, inmediatamente otra quizás más despiadada aún viene a ocupar su espacio... Yo, perdónenme, pero me resisto a contemplar con serenidad pasmosa semejante panorama porque...
¿Cómo no asustarme de nuestra condescendiente sociedad cuando al terrible suceso de las cunetas sevillanas le sigue otro de un hombre en Valencia que graba a su mujer mientras, agonizante, ésta le pide angustiosamente una dosis de insulina para su aguda diabetes, y el tipo encima, ufano y valiente él, lo cuelga en la red para que todos veamos su homicida hazaña?.. Lo siento, pero yo me niego ser partícipe de este mundo en el que a veces, es verdad que nos soliviantamos, sobre todo cuando las victimas son niños, pero que en general estamos encallando nuestras conciencias hasta un punto tal que vemos como normales cosas que en otra época nos parecerían, como poco, paranormales..
No es por nada, o sí, pero sepan que temo tanto al manido cambo climático, que tanto, (parece ser) va a condicionar nuestras vidas y las de nuestros hijos y nietos, como al cambio de valores de nuestra sociedad, que también estos últimos van a padecer.. Yo me alegro infinitamente haber vivido la mayor parte de mi vida en un mundo, no de bambi, como dicen ahora, pero si más humano, más integro y decente.. Y lo siento, lo siento de veras por nuestros descendientes que verán próximamente cosas tan terribles, que yo me felicitare desde el otro mundo por no estar aquí para verlas..
Joaquin Yerga



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