miércoles, 22 de mayo de 2019

La gran ramera de España...






Mayo recoge el virginal tesoro;
desciñe Flora su gentil guirnalda;
la sombra busca el manantial sonoro
del alto monte en la risueña falda;
campos son ya de púrpura y de oro
los que fueron de rosa y esmeralda;
y apenas riza su corriente el río
a los primeros soplos del Estío
(José Selgas)


¡Como coño vamos a contar con este tío si confía más en Isabel “la católica”, ésa gran ramera, que en el ejercito alemán! ---Esto lo dijo Hitler, voceando y cabreado como siempre a sus ayudantes después de entrevistarse con Franco en Hendaya, en la frontera francesa y constatar que este no iba a entrar en la guerra...
Los españoles hemos padecido y/o disfrutado muchas reinas a lo largo de nuestra prolífica historia. Unas han reinado; acuérdense de Isabel II, o su misma madre, María Cristina, que lo hizo de manera provisional hasta que Isabel fue mayor de edad..Otras no, solo han sido reinas consortes, siendo éstas últimas mayoría aplastante... Pero tuvimos una, tan de armas tomar la moza, que incluso Franco la adoptó como símbolo nacional de raza y coraje, fue Isabel I de Castilla.. también llamada “Isabel la católica”..
Isabel fue una mujer como pocas..,valiente, decidida, fiel, inteligente, sensata, quizás demasiado religiosa para mi gusto, pero qué le vamos hacer era la época.. Como su hermano, el rey Enrique IV, “el impotente” le prohibió casarse con Fernando de Aragón, --su gran y único amor-- y el Papa se negaba a casarlos alegando que eran primos, falsificó unas firmas del propio rey y unas partidas de bautismo y se salió con las suyas, con lo que el suyo fue un concubinato más que un matrimonio, a ojos celestiales, claro...
Miren si era la tía, que cada vez que se ponía de parto (tuvo cinco hijos) se cubría la cara con un velo para que nadie pudiera apreciar en ella el más mínimo gesto de dolor. Y eso no es todo, fíjense qué carácter.. Según crónicas fidedignas de la época, siempre comía sola y en silencio mientras tres damas arrodilladas le iban acercando los platos de comida...
Todo lo que tenía Isabel de casta y pura lo tenia su marido Fernando de mujeriego y faldero.. Amaba este con locura los placeres terrenales, sobre todo los carnales.. Dispuso el tío de muchas amantes que le dieron cuatro hijos bastardos.. Isabel cuando se enteraba de algún desliz amoroso del poco católico rey, se enfadaba con él durante un tiempo sin hablarle apenas y sin permitirle nada de sexo con ella, es decir, lo tenía “a dos velas” mientras le durase el enfado, ¡vamos, nada nuevo bajo el sol!..
La reina Isabel era no muy alta, rubia de ojos azules como un mar de coral y, por cierto, eso de que no se quitó la camisa durante años por una promesa es una mentira más grande que la catedral de Burgos. Jamás hizo ella nada de eso, todo lo contrario, era más aseada que sus contemporáneas, según quienes la conocieron..
Cuando Isabel murió pidió ser ser enterrada de manera normalita, nada de ostentación.. Su marido le sobrevivió doce años, pero el menda siguió con la jodienda.. Le buscaron una jovencita, Germana de Fox, para seguir “pelando la pava”, luego se casó con ella, pero no pudieron tener hijos. Creo que a él, ya mayorcito para aquellos tiempos, no se le empinaba.. Y no será porque no le dieron ungüentos, pócimas y demás jarabes para preñarla, pero nada..
Y luego tenemos lo que podíamos denominar un suave incesto en la familia.. Al morir Fernando, llamaron a su nieto Carlos I, hijo de “Juana la loca” que estaba en Flandes para que reinara en el país.. Fue a recibirle con todo el cariño del mundo desplegando su infinita sensualidad su abuelastra, Germana de Fox, esposa de su abuelo.. Claro que, ésta abuelastra tenia solo diez años mas que él --27 añitos-- mientras que su nieto Carlos solo 17, o lo que es lo mismo, más salido que el mango de un paraguas, como se suele decir.. El asunto es que se liaron los dos.. --Supongo que ella, siendo mayor y experimentada engatusó al imberbe--. Carlos llegó a construir un puente entre su palacete y la residencia de ella, donde pasaron noches de pasión..Incluso tuvieron una hija clandestina.. Después, cuando él se hizo un poco mayor y se cansó de ella la casó con un tipo cualquiera de la corte y asunto concluido.. Ahora están enterrados casi todos en Granada, la ciudad favorita de Isabel...
Dicho queda...
Joaquin Yerga

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