Mayo recoge el virginal tesoro;
desciñe Flora su gentil
guirnalda;
la sombra busca el manantial
sonoro
del alto monte en la risueña
falda;
campos son ya de púrpura y de
oro
los que fueron de rosa y
esmeralda;
y apenas riza su corriente el
río
a los primeros soplos del Estío
(José Selgas)
¡Como coño vamos a contar con
este tío si confía más en Isabel “la católica”, ésa gran
ramera, que en el ejercito alemán! ---Esto lo dijo Hitler, voceando y cabreado como siempre a sus ayudantes después
de entrevistarse con Franco en Hendaya, en la frontera francesa y constatar que este no iba a entrar en la guerra...
Los españoles hemos padecido y/o
disfrutado muchas reinas a lo largo de nuestra prolífica historia.
Unas han reinado; acuérdense de Isabel II, o su misma madre,
María Cristina, que lo hizo de manera provisional hasta que
Isabel fue mayor de edad..Otras no, solo han sido reinas consortes, siendo éstas últimas mayoría aplastante... Pero tuvimos una, tan de armas
tomar la moza, que incluso Franco la adoptó como símbolo
nacional de raza y coraje, fue Isabel I de Castilla.. también
llamada “Isabel la católica”..
Isabel fue una mujer como
pocas..,valiente, decidida, fiel, inteligente, sensata, quizás
demasiado religiosa para mi gusto, pero qué le vamos hacer era la
época.. Como su hermano, el rey Enrique IV, “el
impotente” le prohibió casarse con Fernando de Aragón,
--su gran y único amor-- y el Papa se negaba a casarlos
alegando que eran primos, falsificó unas firmas del propio rey y
unas partidas de bautismo y se salió con las suyas, con lo que el
suyo fue un concubinato más que un matrimonio, a ojos celestiales,
claro...
Miren si era la tía, que cada vez
que se ponía de parto (tuvo cinco hijos) se cubría la cara con un
velo para que nadie pudiera apreciar en ella el más mínimo gesto de
dolor. Y eso no es todo, fíjense qué carácter.. Según crónicas
fidedignas de la época, siempre comía sola y en silencio mientras
tres damas arrodilladas le iban acercando los platos de comida...
Todo lo que tenía Isabel de casta
y pura lo tenia su marido Fernando de mujeriego y faldero..
Amaba este con locura los placeres terrenales, sobre todo los
carnales.. Dispuso el tío de muchas amantes que le dieron cuatro
hijos bastardos.. Isabel cuando se enteraba de algún desliz
amoroso del poco católico rey, se enfadaba con él durante un tiempo
sin hablarle apenas y sin permitirle nada de sexo con ella, es decir,
lo tenía “a dos velas” mientras le durase el enfado, ¡vamos,
nada nuevo bajo el sol!..
La reina Isabel era no muy alta,
rubia de ojos azules como un mar de coral y, por cierto, eso de que
no se quitó la camisa durante años por una promesa es una mentira
más grande que la catedral de Burgos. Jamás hizo ella nada de eso,
todo lo contrario, era más aseada que sus contemporáneas, según
quienes la conocieron..
Cuando Isabel murió pidió
ser ser enterrada de manera normalita, nada de ostentación.. Su
marido le sobrevivió doce años, pero el menda siguió con la
jodienda.. Le buscaron una jovencita, Germana de Fox, para
seguir “pelando la pava”, luego se casó con ella, pero no
pudieron tener hijos. Creo que a él, ya mayorcito para aquellos
tiempos, no se le empinaba.. Y no será porque no le dieron
ungüentos, pócimas y demás jarabes para preñarla, pero nada..
Y luego tenemos lo que podíamos denominar un suave incesto en la familia.. Al morir Fernando, llamaron a
su nieto Carlos I, hijo de “Juana la loca” que estaba en
Flandes para que reinara en el país.. Fue a recibirle con todo el
cariño del mundo desplegando su infinita sensualidad su abuelastra, Germana de Fox, esposa de su abuelo.. Claro que, ésta
abuelastra tenia solo diez años mas que él --27 añitos-- mientras
que su nieto Carlos solo 17, o lo que es lo mismo, más salido
que el mango de un paraguas, como se suele decir.. El asunto es que
se liaron los dos.. --Supongo que ella, siendo mayor y experimentada
engatusó al imberbe--. Carlos llegó a construir un puente
entre su palacete y la residencia de ella, donde pasaron noches de
pasión..Incluso tuvieron una hija clandestina.. Después, cuando él
se hizo un poco mayor y se cansó de ella la casó con un tipo cualquiera de
la corte y asunto concluido.. Ahora están enterrados casi todos en
Granada, la ciudad favorita de Isabel...
Dicho queda...
Joaquin Yerga
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