Como íbamos diciendo ayer...

Aquí la envidia y mentira

me tuvieron encerrado.

¡Dichoso el humilde estado

del sabio que se retira

de aqueste mundo malvado,

y, con pobre mesa y casa,

en el campo deleitoso,

con sólo Dios se compasa

y a solas su vida pasa,

ni envidiado, ni envidioso!

(Fray Luis de León)

Fray Luis de León fue un fraile de la orden de los agustinos que impartía clases de filosofía y teología en la Universidad de Salamanca en el siglo XVI.. Como venia de familia de judíos conversos siempre estuvo en el punto de mira de los más agrios talibanes de la alta jerarquía eclesiástica católica..

Como todos sabemos fray Luis fue un excelente poeta y escritor y nos dejó a los amantes de la poesía bellisimos versos. Una mañana mientras impartía clase a sus alumnos se presentaron en el aula unos alguaciles y se lo llevaron preso; le acusaban poco menos que de herejía; sepan que en aquella época eso era moneda corriente, a la mínima, bien por tonterías o por envidias (como suele pasar en tiempos revueltos) te metían en chirona..

Pasaban los años y el pobre fray Luis seguía pasándolas canutas recluido en las mazmorras más infectas el reino.. Hubo juicios, súplicas, réplicas y contrarréplicas y al final fue declarado inocente.. Al volver a la universidad, demacrado y tullido después de cinco largos años de cruel padecimiento, lo primero que dijo dirigiéndose a sus alumnos nada más entrar en clase fue aquello de: “Como íbamos diciendo ayer”... Es decir, él excluía de su vida, y de la vida de sus alumnos, esos cinco años que estuvo preso por una terrible injusticia... Pero, bueno, y todo esto para contarles que el próximo 26 de Mayo tenemos otra vez elecciones.. En fin, perdónenme estas simplezas..

Efectivamente, el día 26 de éste mismo mes los españoles estamos una vez más más convocados a las urnas, y ahora para elegir los diputados de nuestras autonomías, los alcaldes de nuestros municipios y los políticos que nos van a representar en el parlamente europeo; o sea, tres en una; esperemos que no haya mucha confusión..

Apuesto que de las tres, quizás las elecciones europeas sean las que menos importancia le damos, craso error, sepan que de Europa nos vienen ya, casi, el 50% de las leyes por cuales nos regimos, por lo tanto conviene que ésas leyes las decreten nuestros representantes favoritos de cada uno de nosotros, o lo que es lo mismo, de nuestra propia ideología..

En cuanto a las elecciones autonómicas y a pesar que en las autonomías digamos, históricas, que son las que más trasferencias tienen cedidas no se celebran, no por eso deja de ser importantes.. Hoy en día cualquier autonomía tiene un enorme poder de influir en nuestras vidas en base a impuestos y otras medidas.. Además, algunas de estas autonomías en las que se celebran sufragios a final de mes como Madrid, por su importancia poblacional y económica pudieran ser, o bien un contra-poder al gobierno si son los elegidos de partidos opuestos o una balsa de aceite politica si lo fueran del mismo color político.. Por supuesto, dependiendo de nuestras ideas así nos gustará una cosa u otra.. Miren si algunas regiones de las que están llamadas a votar son importantes que sólo Madrid acumula un PIB (riqueza) de 220.000 millones de euros, es decir, casi igual que el resto juntas; y entre todas 537.000 millones o lo que es lo mismo justo la mitad de toda España.. Acuérdense que en Cataluña, el País Vasco, Galicia, Andalucía y Valencia no votan...

Y de las elecciones municipales qué les puedo decir... pues que tienen su importancia. Yo diría que en ciudades pequeñas y pueblos la elección de uno u otro alcalde es más significativo que en las grandes urbes. En los pueblos, los ayuntamientos realizan una labor encomiable. Muchas veces ejercen como oficina de empleo y distribuidor de riqueza, ademas de las laboreS propias de limpieza y servicios..

En las municipales se vota en toda España y en cada uno de los 8.100 municipios repartidos por las cincuenta provincias.. De todos esos ayuntamientos tan solo 400 tienen más de 20.000 habitantes.. La máxima atención estará puesta, como es natural, en los futuros alcaldes y alcaldesas de las principales ciudades del país, como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia... En fin, que la providencia reparta suerte... O sino, como dijo también Fray Luis...

Vivir quiero conmigo

gozar quiero del bien que debo al cielo,

a solas, sin testigo,

libre de amor, de celo,

de odio, de esperanzas, de recelo..

Joaquín Yerga