Cristian murió hace ya año y
medio, pero Milagros, su madre, no remonta.. “Es muy complicado,
muy difícil” --le dice al periodista que la entrevista “Tienes un hijo a esa
edad, tan joven, con todo por delante.. Estaba trabajando pero quería
seguir estudiando.. Le gustaba mucho el fútbol” --continua con
lágrimas en los ojos a pesar del tiempo... --”Ahora no sé qué
será de mi”.. “No sé como encajarlo”...
Ésta es la historia de un
sinsentido. La vi publicada ayer en un periódico digital de ámbito
nacional. Los lamentables sucesos que describo a continuación ocurrieron hace poco
más de un año en un pueblo de Toledo, Corral de Almaguer..
Si se cuenta estos días es por la fecha del comienzo del juicio a los
responsables de este tremendo disparate...
El joven Cristian de 21
años cayó fulminado sobre el reluciente suelo de parquet del
polideportivo. Sus amigos sabían de su dolencia, una cardiopatía asintomática; él también.. No obstante los médicos que se la
diagnosticaron le permitieron que hiciera deporte moderado..pero..
Al caer se había golpeado la cabeza
y por la sien derecha manaba sangre abundante. Alberto y Alejandro,
los dos amigos que le acompañaban en el entrenamiento se asustaron
al verlo inerte en el suelo y con la mirada fija en un punto
indefinido.. Rápidamente uno telefoneó al 112 y el otro, Alberto,
muy nervioso fue en busca de su coche y se acercó a “toda
pastilla” al cercano ambulatorio de la localidad en busca de ayuda..
Eran unas circunstancias, digamos
muy habituales en los tiempos que corren.. Un infarto a un chico joven
que en la mayoría de los casos el médico o los del Samur que le
atienden solventan con muchas garantías de éxito...
El ambulatorio estaba abierto.
--¡Estupendo! --Gritó para sus adentros Alberto..--¡Menos mal!. Eran ya las ocho de la tarde –suspiró excitado y confiado al mismo tiempo..
Entró raudo en el centro de salud
y, --¡Aleluya!, dos facultativos presentes.. --Su amigo Cristian estaba de
suerte a pesar de todo –Pensó.. Pasó corriendo al despacho del
jefe de guardia y le puso al corriente de la situación... Sin embargo., incomprensiblemente...
Los dos
médicos se negaron en redondo a acompañar a Alberto al
polideportivo y auxiliar a Cristian. Adujeron que el otro equipo
había salido a una urgencia y no podían dejar solo el
ambulatorio... Alberto insistió e insistió, llorando, pataleando...
suplicando que Cristian estaba muy mal, que se moría si no se le
atendía.. --Sus lamentos fueron inútiles, los dos galenos se
empecinaron en que no podían abandonar el hospital; “se lo
indicaba bien clarito el reglamento y protocolo”, insistieron..
Alberto, desesperado, volvió al
polideportivo donde su amigo ya agonizaba y nadie le atendía.. Por
el camino se tropezó con la madre de Cristian, Milagros que, avisada
y presa de pánico y angustia al ver el estado terminal de su hijo, iba
corriendo camino del ambulatorio a avisar.. Luego se supo que los dos
incompetentes médicos habían llegado, incluso, a sugerirle que fuera ella
misma en busca de una ambulancia al pueblo vecino..
A Cristian tardaron más de media
hora en atenderle. Otro médico del pueblo que vivía cerca acudió en su ayuda, pero ya era
demasiado tarde; dos infartos seguidos lo pusieron al borde de la
muerte; cosa que ocurrió algo más tarde en el hospital de Toledo..
Para colmo de la mala suerte el desfibrilador del
polideportivo estaba guardado en un cuarto bajo siete llaves. El responsable
de las instalaciones estaba en el entierro de su abuela y su
sustituto no tenía ni idea de su existencia..
Sin duda se trata de una muerte
perfectamente evitable.Todo estaba dispuesto para que lo de Cristian
se quedara solo en un gran susto; el ambulatorio a 600 mts., dos
médicos con todos los instrumentos precisos, y el paciente un chico joven capaz
de superar cualquier contratiempo, pero tropezaron con dos estúpidos
galenos incapaces de discernir prioridades..
Ahora estos tipos se enfrentan a
un juicio que, si es tal y como nos lo han contado, merecen
cuanto menos el desprecio de sus convecinos y la prohibición durante
años para ejercer la profesión.. La madre de Cristian mientras
tanto llora desconsolada la muerte de su hijo sin entender nada..
Joaquin Yerga
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