viernes, 24 de mayo de 2019

Déjenme contarles un secreto...






Conocí Margarita cuando apenas
tenía sus quince años no cumplidos,
y al mirarla, sentí que por mis venas
fuego corría en surcos encendidos.

Nos amamos los dos, pero de modo
que, con el alma ardiente y agitada,
con sólo vernos nos dijimos todo,
sin que los labios se dijeran nada.

Sólo sé que en un día de verano,
al verla sonreír con embeleso,
mi mano fría se llegó a su mano
y mi boca a su boca... y hubo un beso.

Sólo sé que en su rostro yo miraba
de frescas rosas el purpúreo lecho,
y sé que el corazón me palpitaba
y quería salírseme del pecho.

Sólo sé que sentí que no sentía
que me vi más poeta con mi bella,
y que después del beso de aquel día
sólo pienso en ser grande para ella.
(Rubén Darío)

La manera ajetreada de vivir hoy en día es el caldo de cultivo perfecto para padecer inquietudes y desasosiegos .. Las prisas, el estrés, la ansiedad o la competencia laboral y social hacen que muchos caigan en la depresión y la desgana vital. Para aliviarse hay una serie de medidas excepcionales que pueden ayudar bastante. Son disciplinas orientales de autocontrol que cualquiera está en disposición de hacer y que vienen muy bien para momentos emocionalmente atribulados.
No me duelen prendas contarles las veces que he tenido que recurrir a alguna de ellas.. Nadie es perfecto.. ¿Quién no ha perdido a un ser extremadamente querido?.. Muchos nos hemos sentido alguna vez desamparados, desorientados por mucha estabilidad emocional que aparentemos.. Las causas pueden ser múltiples, por ejemplo, una dolorosa separación sentimental o perder el trabajo en edades complicadas.. Si me lo permiten les voy a contar un secreto.. ¿Saben lo que es el Reiki?... El Reiki es una disciplina japonesa que consiste en posicionar las manos sobre una parte dolorida del cuerpo y dejarla unos segundos sin tocar la piel.. El beneficio no sólo es físico también mental. La energía que transmiten cura el trastorno y merma el sufrimiento de la persona afectada.. Se puede aplicar Reiki uno mismo, a terceras personas o en en grupo; de hecho esto último es lo más habitual.
Quizás no tenga mucha razón de ser científica, se trataría en captar ése halo de vigor positivo del donante y llevarlo a la zona necesitada del paciente. No obstante sí tiene mucho que ver con chakras, nudos, ataduras morales, equilibrios mentales, paz interior, comprensión, meditación, ayuda o sanación.. Lo sé porque he participado durante unos años en sesiones de Reiki y conozco su eficacia en muchas personas.. Yo he sido testigo de la emoción, entrega y amistad renovada entre gente necesitada de cariño y afecto que estaban hundidas anímicamente. Mujeres y hombres faltos de amor o asediados por la soledad han vuelto a tener ganas de vivir, de compartir.. Tal vez sólo sean ganas de curarse y la mente, tan sabia, hace el resto o quizás el roce humano que al igual que los abrazos reconforta; sea lo que fuere, el Reiki es una buena excusa para conocer, congeniar, participar, y en general de amar a los demás.. Por cierto, no solo las manos intervienen en el proceso curativo, también sesiones de autoestima, terapias de grupo o meditaciones son parte fundamentales del Reiki..
No hará falta recordarles cuán corta y efímera es ésta vida nuestra; sobre todo si no la llevamos mal y disfrutamos de ella. Aun así es suficientemente holgada para ciertos menesteres; tanto es así que nos permite vivir muy diferentes etapas y circunstancias a lo largo de ella.. Cuando nos sentimos bien, estamos satisfechos y ufanos, o somos más o menos felices no hacen falta tomar medidas extraordinarias que nos levante la moral y las ganas de vivir, nos apañamos nosotros mismos con los quehaceres cotidianos.. No pasa eso cuando las cosas “pintan bastos”.. En algún momento es posible que necesitemos un aporte especial de entusiasmo y vitalidad, ayuda emocional para superar livianos o profundos baches sentimentales y afectivos que casi todos pasamos alguna vez.., yo el primero..
Conste en acta..
Joaquin Yerga

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