miércoles, 27 de febrero de 2019

Sin complejo de culpa por un gran error..








Ver en todas las cosas
de un espíritu incógnito las huellas;
contemplar
sin cesar
en las diáfanas noches misteriosas,
la santa desnudez de las estrellas..
¡Esperar!
¡Esperar!
¿Qué? ¡Quién sabe! Tal vez una futura
y no soñada paz.. Sereno y fuerte,
correr esa aventura
sublime y portentosa de la muerte
(Amado Nervo)


¿Cuántas veces ha pasado en medicina o en investigación científica? Muchas, más de las que nos parece. Resulta que, inventos, medicamentos, nombres famosos y muchas más cosas existen gracias a errores humanos.. Me estaba acordando de la penicilina.. Ya ven, un fármaco tan potente, tan beneficioso para el ser humano como son los antibióticos surgieron por culpa, o mejor dicho, gracias a un despiste del Doctor Fleming. Sí, porque.. el 28 de septiembre de 1928 regresaba a su laboratorio después de un mes de vacaciones cuando observó que unos cultivos bacterianos que estaba estudiando se habían contaminado, y los tiró a una bandeja con lysol, que es donde tiraba lo inservible. A los dos días tuvo que enseñarle a un amigo una de esas placas que aun no habían sido lavadas y, ¡Eureka! sorprendido comprobó que alrededor del hongo contaminante se había creado un halo transparente, lo que indicaba destrucción celular. Posteriormente aisló y cultivó el hongo y, ahí empezó todo; ahora nos cura infecciones que nos amargarían la vida..
Otro error garrafal fue producido a causa del invento de los rayos X... Sí, así es; cuando el profesor alemán Wilhhelm Roentgen descubrió estos rayos tan espectaculares, tan provechosos para nuestra salud y los dio a conocer, en los Estados Unidos se promulgó una ley prohibiendo su aplicación en los binoculares, creyendo que servirían para ver los cuerpos desnudos de las mujeres a través de sus ropas. Y miren hasta donde llegó la cosa; en Londres se llegó a vender ropa interior femenina a prueba de rayos X... Y es que para la idiotez no hay fronteras..
Este error que les cuento a continuación es más inofensivo aunque sus consecuencias se ha quedado entre nosotros a perpetuidad. .. El portugués Magallanes, contratado por el gobierno español para circunvalar la tierra, como sabemos no acabó su hazaña pues al llegar a Filipinas unos indios se lo zamparon después de trocearlo debidamente; la gran aventura de dar la primera vuelta al mundo la terminó el vasco de Guetaria, Juan Sebastián Elcano.. Por cierto, esto pasaba cuando los marinos vascos estaban orgullosos de pertenecer a la corona de Castilla; un paisano suyo Blas de Lezo dio su vida orgullosamente por defender a España de los ingleses en Colombia.. Pero, no nos desviemos de la cuestión, Magallanes, al poco de empezar su periplo viajero recaló en una playa al sur de la actual Argentina. Allí asistieron a una danza ritual bailada por los indígenas. Observando su gran corpulencia y los enormes pies que se gastaban los indios, les puso a aquella tierra Patagonía, es decir, “tierra de los de la pata grande” cuando en realidad debido al frio los pobres indios llevaban los pies forrado de pieles, pero en fin , Patagonia se quedó para los restos...
Y hablando de Patagonia, para pata la que metió el embajador norteamericano en las Naciones Unidas, un tal Warren Austin en 1948. En plena guerra entre judíos y árabes, después de hacer un largo y apasionado discurso intentando apaciguar los exaltados ánimos de ambos bandos, terminó el sermón diciendo.. “Y ahora procurad arreglar vuestras desavenencias como buenos cristianos que somos” .. Ignoro si alguien de su círculo más cercano le advirtió del error de llamar cristianos, precisamente a judíos y árabes, ¡según son con estos temas! o se dio cuenta él más tarde..., pero, es verdad que hasta el mejor escribiente hace un borrón; seguro que yo también lo he cometido al escribir este insípido articulo...
Dicho queda...
Joaquin Yerga

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