martes, 19 de febrero de 2019

Ciertas intimidades



¿Qué imagen tenemos de la gente que conocemos, de amigos, de parientes? ¿Y de personajes importantes o extraordinarios? ¿Qué sabemos de ellos? Supongo que la oficial, la que muestran al público. Sin embargo, si hurgamos un poco en sus vidas íntimas, Uffff, tendrían mucho que desear. La mayoría de las veces no encajan, y resulta que: a personaje excepcional, vida ruin..

Qué me decís de Hitler, por ejemplo, el personaje más vilipendiado y con razón de todo el siglo XX. Pues que a pesar de su apolínea figura, su bigotito recortado, su voz grave y sus contundentes y terribles palabras en los mítines políticos, padeció una nauseabunda halitosis. Claro, que a ver quién era el guapo que le avisaba del cante bucal..

El gran Napoleón Bonaparte también se las traía con sus sonoras flaquezas. Las amatorias eran las más conocidas; sin exagerar podríamos decir que era un poco guarrete. Acordémonos de las cartas que le escribía a su amante Josefina cuando volvía de las batallas, en las que le exigía que no se lavara las partes intimas, que él ya iba de camino, que estaba al caer. Y es que, parece ser, le gustaba olisquear a añejo en semejantes profundidades... 

En fin, así es la vida, no me invento nada nuevo 

Joaquín 






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