martes, 25 de julio de 2023

Una tumba solitaria, dos jóvenes, la última flor

                                                                                     


La tercera guerra mundial había terminado; todo lo había arrasado, destruido. Pasaron años y más años y los chicos y las chicas crecieron mirándose estúpidamente extrañados: el amor había huido de la tierra. 

Un día, una chica que no había visto nunca una flor, se encontró con la última flor que nacía en este mundo, corrió a recogerla y cuidarla.. Sólo un chico le hizo caso, un chico al que encontró por casualidad.

El chico y la chica se encargaron, los dos, de cuidar la flor. Y la flor comenzó a revivir. Un día una abeja vino a visitar a la flor. Después vino un colibrí.

Pronto fueron dos flores; después cuatro… y después muchas, muchas. Los bosques y selvas reverdecieron. Y la chica comenzó a preocuparse de su figura y el chico descubrió que le gustaba acariciarla. El amor había vuelto al mundo.

Sus hijos fueron creciendo sanos y fuertes y aprendieron a reír y a correr. Poniendo piedra sobre piedra, el chico descubrió que podrían hacer un refugio. Muy deprisa toda la gente se puso a hacer casas. Pueblos, ciudades y capitales surgieron en la tierra. De nuevo las canciones volvieron a extenderse por todo el mundo.

Se volvieron a ver trovadores y juglares, sastres y zapateros, pintores y poetas, soldados, lugartenientes y capitanes, generales, mariscales y libertadores. La gente escogía vivir aquí o allí.

Pero entonces, los que vivían en los valles se lamentaban por no haber elegido las montañas. Y a los que habían escogido las montañas, les apenaba no vivir en los valles… Invocando a Dios, los libertadores enardecían ese descontento. Y enseguida el mundo estuvo nuevamente en guerra. Esta vez la destrucción fue tan completa que nada sobrevivió en el mundo.

Sólo quedó un hombre… una mujer… y una flor.

--J. Thurber--

Por cierto, andémonos con cuidado, esto pudiera pasar algún día si a un tipejo de por allá arriba le da por apretar el botón nuclear.





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