miércoles, 12 de julio de 2023

Nunca debió haberse mirado al espejo

                                                                                       



  

         No, amor no llegas tarde. Tu corazón y el mío

saben secretamente que no hay amor tardío.

Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,

la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.

Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,

pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.

--José A. Buesa--



Mirad qué ocurrencia:

En 1963, en el zoológico del Bronx, en Nueva York, se realizó una exhibición llamada: «El animal más peligroso del mundo». ¡Oh!, todo el mundo acudió expectante al Zoo a ver de qué animal se trataba!. ¿Una serpiente gigante y venenosa quizás? Se preguntaba la gente, ¿Un crótalo de lengua bífida? ¿Tal vez un animal terrible y desconocido?.

Las colas para entrar y ver qué era aquello eran estratosféricas. Todos se daban de tortas y pagaban gustosos el alto precio de las entradas, pero, ¡Ay! Salían cabizbajos y con impresión de haber sido timados, porque...

¡¡Resulta que lo que había era un espejo dentro de una jaula!. Todo el que lo miraba se veía reflejado en él y, claro, ¡Ese era el animal más peligroso del mundo, EL HOMBRE! ¡Qué os parece!. ¡Qué putada! ¿no? Pero...

¿Será verdad eso que dicen de que vamos camino de cargarnos la tierra?. Yo creo que se equivocan los que nos equiparan con otro animal depredador cualquiera. Si, porque..

Los humanos somos tan extraordinarios que lo mismo llevamos todo este tinglado hasta el borde mismo del abismo, como que luego rectificamos y lo volvemos a reinventar. No será la primera vez que lo hacemos. 

A finales del siglo XIX estaba Europa Occidental hecha unos zorros, llena de hollín sus ciudades, de polución sus bosques y de porquería sus ríos (Revolución Industrial). Hoy estamos que da gusto vernos, aunque os cueste creerlo.

Lo dicho

Joaquín








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