Decir adiós.. La vida es eso.
Y yo te digo adiós y sigo...
Volver a amar es el castigo
de los que amaron con exceso.
Amar y amar toda la vida,
y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama...
Y no saber por qué se olvida.
Coger las rosas una a una,
beber un vino y otro vino
y andar y andar por un camino
que no conduce a parte alguna.
--José A. Buesa--
A sus 36 años la fama y la vida le sonreía, ¡estaba feliz y enamorada!. Era escritora y sus libros se vendían como rosquillas. Ganaba tanto dinero que ni en sueños se lo hubiera imaginado.
A veces la reclamaba su editorial para que fuera a firmar su nuevo libro en alguna tienda de moda, y todo era desbordante.. decenas de lectores se daban de tortas porque le firmara su ejemplar. Si, todo era maravilloso, hasta que...
Un día vuelve a casa y su marido, muy serio, le dice que quiere hablar con ella. Entran en el comedor y se sientan en dos sillas, frente a frente. Ella empezó a impacientarse...Tal vez esté enfermo y le cueste decírmelo---pensó en un principio, y eso le preocupó--
--Cariño, siento mucho lo que te voy a decir---le confesó su marido---me he enamorado de otra y te voy a dejar, ¡lo siento!----concluyó apenado---
Ella tardó en reaccionar, creyó que era una broma. Pero, claro, él jamás decía esa clase de bobadas, así que empezó a tomárselo en serio, y se puso lívida, ¡y el corazón se le paró!..
A pesar de todo, con toda la frialdad del mundo se levantó de la silla y sin mirar a su marido siquiera, se metió en su habitación.
Él quedó esperando, la imaginaba desesperada llorando e intentando encajar el golpe. Aunque de sobra sabía que no era muy dada a manifestar sus emociones. Lo que hizo ella despues le desconcertó, porque...
No esperó mucho tiempo, al poco rato la vio salir de la habitación vestida de negro y con su bolso gris debajo del brazo.. Intento seguirla, hablarle, decirle otra vez que lo sentía de veras, pero se quedó con las ganas, ni volvió la cabeza ni le dijo adiós..
Pasaron los días y las noches, y no volvió a saber de ella. La gente de su alrededor empezó a impacientarse. Su familia, sus amigos, todo el mundo se temieron lo peor.. Removieron Roma con Santiago, la buscaron por todos los sitios inimaginables, pusieron fotos suyas en los periódicos, en carteles, toda la ciudad la buscaba, pero nada..
Habían transcurrido ya quince días y nadie la había vuelto a ver pero.. ¡de repente saltó la noticia!, ¡Aleluya, la habían encontrado en la habitación de un hotel de mala muerte no muy lejos de su ciudad, totalmente despistada, abstraída.. trastornada!..
Le hicieron cien entrevistas, habló en mil periódicos, pero jamás reveló su experiencia. Nunca supimos qué le pasó ni qué hizo durante esos quince largos días con sus noches...
Pasado el tiempo volvió a casarse ¡y fue feliz de nuevo!. Nunca renunció a su apellido Christie, el de su primer marido.. Jamás le guardó rencor..
Por cierto, su nombre de pila es Agatha..
Joaquín
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