Me queda
tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y
el corazón me dice que no te olvidaré;
pero,
al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal
vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te
digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi
más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero
te digo adiós, para toda la vida,
aunque
toda la vida siga pensando en ti.
--José Ángel Buesa--
Fijaos que profusión de detalles sobre Fuente de Cantos nos señala un documento fechado en 1768. Es decir, hace la friolera de doscientos cincuenta años.. Apareció entre infinidad de legajos mohosos y polvorientos de los archivos judiciales de Llerena.
"Y en esta villa de Fuente de Cantos hay cuatro dehesas de pasto y labor. Dos de montes altos, la Nueva (1.800 fanegas) de pasto para el ganado yeguar, y el Villar (550 fanegas) y dos de pasto y labor, del Campo (2.400 fanegas) y el Risco (1.500 fanegas) con sembraduras de trigo.
Y en esta villa de Fuente de Cantos no hay castillos ni casas de campo, aunque si las ruinas de una iglesia templaría (en Mejía, camino de Valencia del Ventoso). Tampoco se advierte población antigua en su termino, salvo la llamada Aguilarejo (cerca de la Mata) una aldea que estuvo habitada en tiempos, pero que se abandonó por una epidemia de peste.
Y en esta villa de Fuente de Cantos no había otra especie de caza, que perdiz y liebre y muy poco conejo. Sí había, no obstante, lobos, zorros y zorras, y el que matare un lobo tenía cuatro ducados de recompensa, por una loba ocho y por una zorra diez. (Más de 900 reales (un pastón) se había generado en el pueblo el año 1767 por la venta de las pieles de estas alimañas).
Y en esta villa de Fuente de Cantos no hay demasiadas colmenas, apenas doscientas cincuenta. Su número tan escaso se debe a los robos que sufren y al terreno llano y sin abrigo, poco propicio. Unas treinta arrobas de miel y otras tantas de cera son su producción anual..
Y en esta villa de Fuente de Cantos no hay muchas minas de minerales en esta época, pero sí canteras de piedra blanca que se usan para construir las casas grandes y edificios religiosos, como la ermita de la Hermosa. Las extraen y pulen maestros canteros muy buenos y expertos"..
Joaquín
calle Cervantes
calle Huelva
calle Colón, esquina Calderón de la Barca
calle Iglesia
calle Martínez
calle San Quintín
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