Me rebelo a morir, pero es preciso...
¡El triste vive y el dichoso muere!
¡Cuando quise morir, Dios no lo quiso,
hoy que quiero vivir, Dios no lo quiere!
¡Os amo, sí! Dejadme que, habladora,
me repita esta voz tan repetida,
que las cosas más íntimas ahora
se me escapen de los labios con mi vida.
--Campoamor--
No sé a vosotros, pero a mi me encanta conocer cosas y anécdotas del pasado de nuestro pueblo, al fin y al cabo es nuestro propio pasado..
¿Nunca os habéis imaginado cómo serían las calles de Fuente de Cantos hace cien años? ¿Sí, qué comercios habría, qué gente transitarían, cómo vestirían, de qué hablarían en las tabernas ellos y en el mercado ellas? Debería importarnos, puesto que de aquellos tipos y tipas, de sus preocupaciones, de sus desvelos, de su sufrimiento, de sus emparejamientos de unas con otros, de todo eso y más venimos nosotros.
Hace más o menos cien años cambiaron mucho las cosas en la sociedad española, también en Fuente de Cantos. Los ayuntamientos se hicieron más democráticos, entraron los vehículos a motor, se hacían balances, estudios socio-sanitarios, se fundaron los partidos políticos, los sindicatos, etc. etc. y no sólo eso, sino que de todo ello tenemos una gran profusión de datos. Fijaos...
--En 1920 (hace algo más de un siglo) el cuartel de la Guardia Civil estaba en la calle Martinez nº 2, es decir, justo enfrente de la farmacia actual, pero resulta que el alquiler de la casa era caro, el Ayuntamiento no tenía una peseta y había que buscar otro local.
--En ese mismo año, 1920, ya lo habéis visto, el ayuntamiento estaba en quiebra técnica, no tenia un duro, de tal forma que ni para pagar a los tres médicos, a las tres farmacias y al practicante quedaba dinero, con lo que estos dimitieron de sus quehaceres municipales. Os recuerdo que estos servicios los costeaba en aquellos tiempos el consistorio, ¡imaginaos a la gente humilde y necesitada, qué mal lo pasarían sin médico y sin medicinas por no poder costearlo!.
--En 1920 la guerra hispano-marroquí estaba en plena efervescencia, con lo que la mayoría de los jóvenes quintos fuetecanteños iban destinados a África. Muchos no volvían pues la mortandad era grande, así que se formó una comisión petitoria para recaudar dinero y repartir entre las familias de los combatientes, ¡asombraos!, ¡veinte pesetas se recaudó!..
En fin, qué tiempos. Época de nuestros abuelos y bisabuelos..
Mañana más.
Joaquín..
Plaza de la Constitución, una noche de estas
calle Jesús
calle Jesús, esquina Guadalcanal
calle Reyes Huertas
calle Reyes Huertas, esquina Virgen de Guadalupe
calle San Julián
calle San Julián esquina Cristina
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