jueves, 28 de julio de 2022

Todos admiran a mi cuñada pero, en realidad, nadie la comprende

                                                                                   


     

        
         Quizás te diga un día que dejé de quererte,

aunque siga queriéndote más allá de la muerte;

y acaso no comprendas, en esa despedida,

que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.

--José A. Buesa--


Quién le iba a decir a ella, Lisa del Giocondo, florentina para más señas, que gracias al pintor Leonardo, vecino de su marido de toda la vida, iba a ser famosa después de su muerte. Ni en sueños hubiera imaginado tal cosa.

Pues que sepáis que fue una chica normal como tantas de las de su época. Acaso la única diferencia fuese que a su marido se le ocurrió hacerle un retrato y se lo encargó a Leonardo, ese chico un poco rarillo y con cierta mala fama. 

Veinticuatro años tenía cuando se quedó embarazada de su segunda hija. A su marido, Francesco del Giocondo, le supuso una alegría inmensa saberlo y le quiso hacer un regalo. Por eso encargó a Leonardo, hijo de Piero, un retrato suyo.

Tres semanas le tocó posar para Leonardo, Ufffff, fue una tarea pesada, y eso que el pobre Leonardo, que tenía ya 50 años, tuvo mucha paciencia con ella, que no hacía más que moverse...

Lisa Gherardini, ese era su nombre de soltera y fue una chica bastante alta para aquellos tiempos: 1,68 metros de estatura y poco más de 60 kg pesaría entonces. Luego se quedó viuda muy joven; al poco de morir su querido Francesco ingresó en un convento. Allí permaneció hasta el final de sus días..

Por cierto, la sonrisa de la que tanto habláis es bien cierta; en esa época ella era feliz, lo sé: a su marido le iban bien los negocios y esperaban su segunda hija, así que, ¡ya me diréis!...

Leonardo la pintó con cejas, lo sé; ignoro por qué las borró luego. No sé si sabéis que el cuadro se lo quedó él. Ni Lisa ni Francesco fueron nunca a recogerlo. Entre el embarazo, el nacimiento de su hija y unos viajes que hicieron en aquella época se les echó en el olvido..

En fin, no le deis más vuelta, la modelo del cuadro ni es un amante de Leonardo disfrazado de mujer, ni es un autorretrato de él mismo, ni su sonrisa era un recuerdo de la de su madre, nada de eso, ésa chica que veis en el cuadro es Lisa del Giocondo, mujer de Francesco del Giocondo, florentina feliz y de 24 años. ¡¡Y a ver si os enteráis de una vez!!..

Si necesitáis saber algo más sólo tenéis que decírmelo; yo soy Fiorella del Giocondo, cuñada de Lisa.

¡Ah!, y lo siento por ti, Joaquín, pero el pintor Leonardo nació en Florencia y no en Fuente de Cantos.. No seas ansioso que vosotros ya tenéis dos, Zurbarán y Nicolás Megía.

Fiorella

 


        Aquí os muestro el retrato de Lisa del Giocondo, mi cuñada. La Gioconda o Mona Lisa, como decís ahora)

                                                                                 



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