Por tus ojos encendidos
y por lo mal puesto de un broche,
pensé que estuviste anoche
jugando a juegos prohibidos.
Te odié por vil y alevosa:
te odié con odio de muerte :
nausea me daba de verte
tan villana y tan hermosa.
Y por la esquela que vi
sin saber cómo ni cuando,
sé que estuviste llorando
toda la noche por mi.
--José Martí--
Siempre fue una niña atrevida.. Cerca de su casa había un conocido monasterio que ella frecuentaba. A veces el abad le encargaba algún recado que ella realizaba con mucho gusto. Gracias a eso, el abad la aceptó de copista. Ilustraban a mano figuras y letras primorosas en libros sagrados, aunque ella salía del convento al caer la tarde, era una mujer.
Gracias a sus holgadas ropas, típicas de aquellos monjes, cuando murió el abad tuvo la ocurrencia de hacerse pasar por hombre, ¡y se quedó en el convento!.
Pasaron los años y aquella atrevida niña se transformó en una hermosa joven, pero lo disimulaba muy bien, nadie supo nunca su sexo..
Un día visitó el convento el joven Lamberto antes de ser nombrado embajador de Sajonia en el Vaticano, y se fijó en ella. Vio su buena disposición y la manera de trabajar con las miniaturas, y le propuso ser su secretario. Lamberto no sabía que ella era mujer, o por lo menos no se lo dio a entender..
Con Lamberto viajó por varias ciudades. Hasta que un día descubrió el pastel.. Claro, que esas alturas de su vida ya se había enamorado profundamente de él. Era un hombre alto, moreno y con unos ojos verdes inmensos, además docto y muy versado en las disciplinas de la vida..
Y seguía corriendo veloz el tiempo, y a través de Lamberto ella conoció al Papa León IV que la tomó a su servició como primer secretario. Tampoco supo el Papa que era ella era mujer..
--Me gusta tus conocimientos y delicadeza para con la gente---le dijo un día---quiero que me ayudes en mi labor--
--Encantado, Su Santidad, estoy a su servicio---le contestó ella ruborizándose y temiendo ser descubierta---
A Lamberto no le gustó la idea, puesto que significaba separarse de ella, pero no tuvo más remedio que aceptar, ¡era el Papa!. Tres años ejerció su trabajo junto al pontífice con mucha dedicación y aprendizaje..
Y murió el Papa, e incomprensiblemente y sin nadie conocer su sexo, salvo Lamberto, la propusieron como su sucesor. Quizás éste movió hilos. ¡el caso es que acabó siendo Papa!. Era el año 855 del señor. Sólo Lamberto, del que hacía tiempo era su amante secreto sabía realmente de su condición de mujer..
Su paso por el Santo Pontificio fue breve pero intenso.. Dedicó sus mejores años y oficios a hacer lo mejor por los fieles, por la paz y por la concordia entre los hombres, pero le perdió el amor por Lamberto, ¡¡quedó embarazada!!..
Durante ocho meses disimuló todo lo que pudo gracias a las holgadas vestimentas, pero un día durante una procesión en Roma a la que tuvo que asistir, el parto se le adelantó. Llegaron las contracciones y no hubo tiempo de trasladarla a un lugar privado y seguro,¡¡dio a luz en plena acera de la calle principal de Roma!!..
Algunos por el Vaticano ya sospechaban algo y se había empezado a correr el rumor de su verdadero sexo, aunque nadie se atrevía a abrir la boca....
Fue un escándalo de tal magnitud que toda Roma se revolucionó. La noticia del parto del Papa en plena calle corrió como un reguero de pólvora por la ciudad.. La gente se agolpó enfervorizada en los aledaños donde ella paría. ¡Y sucedió lo mas horroroso!..
La multitud congregada entorno al improvisado paritorio, alentados por algunos enemigos se fue soliviantando y empezaron a tirarle piedras.. Todos querían participar en el festín del linchamiento.. El final fue espantoso, una decena de muertos lapidados, entre ellos su hijo, recién llegado al mundo, y ella, que quedó irreconocible por las pedradas--
Por cierto, sabed que la historia es real como la vida misma. Su nombre fue Juana, pero pontificó como Benedicto III. Ha pasado a la historia como la Papisa Juana. Sin embargo los jerarcas eclesiásticos del Vaticano se niegan a incluirla en la larga lista de los Papas habidos en la historia.
Joaquin..
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