Corazón, corazón martirizado
por todos los dolores...
Un jardín otoñal abandonado,
sin aves y sin flores.
Las largas avenidas de las citas,
hoy mudas y desiertas,
recuerdan, con su olor a hojas marchitas,
un cementerio de esperanzas muertas.
--Francisco Villaespesa--
No creáis que la verdad va a misa. Eso era antes, ya no.. La verdad ya no cuenta como algo incuestionable y concluyente. Bueno, ni la verdad ni la razón.
Vivimos unos tiempos líquidos, que decía no sé quién. Es decir, tiempos insustanciales en donde sólo cuenta quedar bien..
Poner frasecitas emotivas en las redes sociales que se olvidan pronto, solidarizarnos virtualmente con algún desgraciado o desgraciada y cosas facilonas por el estilo, nos da un chute extra de magnanimidad y benevolencia que para qué te cuento..
Claro, que.. qué triste sería la vida si sólo la razón gobernara nuestras acciones.. que decía Don Jacinto Benavente.. Porque si en todo quisiéramos imponer la razón viviríamos en mundo demasiado rígido e inhabitable, y tampoco es eso.
Supongo que la razón debería prevalecer, sobre todo, en los asuntos fundamentales de la vida y de la nación, en el resto.. bueno, en el resto podríamos soportar a algún gualdrapilla que otro, de estos que tanto proliferan en nuestro país.
No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón; todo el mundo está convencido de tener suficiente. Esto se le ocurrió a Descartes, el gran filósofo francés. No me digáis que no es certera la frase.
En fin...
Joaquín
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