Y también me enamoro
de ver llegar cigüeñas a las torres del pueblo
o de puntear la diéresis de esta íntima palabra
cuyo vuelo retorna del helor de otro río
cual alma furtiva que viene a dar canciones.
Por eso me enamoro, sin darme a penas cuenta,
del vaho de la vida que empaña la ventana
desde donde te miro llegar a este poema
con tu luz bajo el brazo.
--Ricardo Bermejo-- (poeta fuentecanteño)
Si a todos los españoles y españolas nos diera por mear un día en el pantano de Tentudía, generaríamos un volumen de 60 millones de litros del líquido amarillo. Es decir, que en ochenta días lo llenaríamos (5 Hm³).. Luego pondríamos una depuradora y adiós sequía..
Podríamos hacer con las meadas lo que nos pidió una vez Lola Flores cuando sus deudas con Hacienda le acosaban, que si cada español pusiéramos cinco pesetillas de nuestros bolsillos, ella saldaría su deuda de 100 milloncejos, sin problemas. Así de fácil. 😅😅😅
En fin, esperemos que no tarde la lluvia en llegar y no tengamos necesidad de recurrir a una micción nacional para salvarnos de la sed.
Pero abundando en este asunto y otros parecidos, en Fuente de Cantos, ya desde hace más de cien años lidiamos bien con estos residuales líquidos Sí, porque en aquellos lejanos tiempos (1917) el Ayuntamiento instaló en las principales calles del pueblo unas escupideras metálicas con serrín empapado en solución de sulfato de cobre para que la gente escupieras en ellas. ¡¡Dios, cómo tendríamos las aceras de gargajos matutinos!!..
También en lugares claves instalaron unos urinarios públicos bien desinfectados para impedir que la gente meara en las calles. Parece ser que estaban las esquinas hechas un asco.
Por cierto, por aquellas fechas no se generaba basura. Así que, ni basureros, ni camiones de recogida ni cubos verdes, ni... lo único verde eran esos gargajos mañaneros de los que hablábamos antes. 😀😀😀
Joaquín
calle Doctor Goyanes esquina a Real
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