Respondió David a Abigail: Bendito sea
el Señor Dios de Israel por haberte
enviado hoy a mi encuentro.
--Samuel, capítulo 25--
El marido de Abigail era un rico propietario que había triunfado en los negocios. Poseía más de 2.500 ovejas y cabras, amén de otros ricos bienes.. Pero se trataba de un hombre desagradable. Sí, un tipo borracho y pendenciero que le daba mala vida a su mujer..
Un día se presentaron unos soldados en su casa..
--Danos a tus siervos y al Rey David lo que cómodamente pudieres-- - le exigieron los soldados
--¿Quién es David?-- --contestó él mofándose-- Todo lo que tengo es mío y bien que me lo he ganado a pulso. Decidle a David que de mi no sacaréis ni una hogaza de pan-- --concluyó de malos modos--
Llegó a oídos de David el desplante del tipo, e inmediatamente ordenó a sus hombres asesinarle y destruir su ganado y cosecha...
Pero Abigail, su joven y hermosa mujer, había escuchado la conversación del borracho y testarudo de su marido con los mensajeros... Y se temió lo peor..
Aprovechando una de sus colosales cogorzas, reunió rápidamente lo que pudo... cargó a varios asnos con doscientos panes, cinco ovejas ya preparadas, dos pellejos de vino, doscientos pasteles de higos y una carga de pasas, y con esta oferta se fue en busca del ofendido David..
El encuentro de David y Abigail fue providencial.. Quedaron prendados el uno de la otra y la otra del uno..
Bajose Abigail del asno en el que iba subida y echándose el rostro a tierra, se postró a sus pies y le dijo..
--Caiga sobre mi, señor, la falta de mi marido. Deja que te hable tu esclava y escucha mis palabras..
David contempló extasiado a esa mujer bellísima e inteligente y enseguida decidió que algún día sería para él..
--Bendito Yahvé, Dios de Israel, que te ha mandado hoy a mi encuentro. ¡Bendita tu sabiduría y bendita tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi mano!.. Vuelve en paz a tu casa.. – replicó, David a la bella Abigail--
Montó Abigail en su asno y regresó a su casa. Allí se encontró a su marido borracho como una cuba celebrando un convite. Estaba alegre como un idiota celebrando su osadía. Nada pudo contarle por la embriaguez pues nada escuchaba.. Y esperó al día siguiente..
Al despuntar el alba se armó de valor y le refirió a su marido todo lo que había hecho y cómo su acción le salvó la vida y la hacienda.. Pero el capullo, lejos de alegrase, montó en cólera por el precio pagado y, furibundo, pretendió golpearle..
No pudo hacerlo, un fuerte ataque apoplejía se lo impidió.. Murió cinco días despues...
Abigail había causado una honda impresión a David pero, ¡Oh, él estaba casado!.
En cuanto pudo se divorció de su mujer y envió una embajada en sus busca..
Y se encontraron, y fueron felices. Al poco les nació Daniel, la alegría de sus vidas...
En fin, historias del Rey David, rey de Israel.. el niño mimado de Dios..
Joaquín..