Amiga...
Amémonos, dijiste
un día,
y no tardaste en
mentir.
Tan débil fue ésa
voluntad de amar
como despiadado tu
desplante.
Con mi corazón,
devastado,
te habrás cobrado un premio;
un trofeo que
colocar en
tu ostentosa
vitrina de
amores despechados.
Otra muesca más
que señalar
en tu equipaje
sentimental
a expensas del
próximo amante
ingenuo que caiga en tus redes..
--Joaquín--
Los varones en esto
de practicar sexo hemos tenido suerte. De toda la
vida, salvo honrosas excepciones, hemos ido a lo nuestro sin
contar con la parienta ¡que la zurzan!, hemos pensado.. Y encima
nadie nos pedía cuentas.
Si, nosotros, los
machos, al ser de sexo fácil con desahogarnos en cada ocasión damos
por bien concluida la faena, aunque ellas se queden a verlas venir
las más de las veces.. Es triste pensar ahora cómo la mayoría de
nuestras madres y abuelas se perdieron una de las más hermosas
facetas de nuestras vidas, como es disfrutar del sexo sin necesidad
de procrear.
Los que rebasamos con
creces la cincuentena estamos a medio camino entre el colosal
desconocimiento en cuestiones carnales de nuestra juventud y la
exagerada exposición al sexo de los jóvenes de ahora. Bueno, en
realidad yo creo que hemos sido puente para todo y no sólo para el
sexo, puesto que venimos de una sociedad de costumbres antediluvianas y
entramos en otra de un liberalismo atroz y despendolado. ¡Así andamos
nosotros, dando palos de ciegos!..
En fin, sepan que, a
diferencia de vosotras las mujeres, que tenéis un aparato genital y reproductor
sofisticadisimo por lo complejo; el nuestro (casi como el cerebro) es
la mar de simplón; pene, testículos, escroto
y paren de contar. Sólo un dispositivo desconocido por la
mayoría de nosotros entra en la categoría de extraordinario,
el epidídimo. Sí, se trata de un tubo estrecho y alargado
de doce metros de extensión que tenemos metido
dentro del saco escrotal. ¡Cómo estará de bien enrollado el
tío, que aún con tantos metros y nos cabe dentro del escroto!.. Ahí maduran los
espermatozoides.
Claro, que no es menos cierto y siendo ecuánimes y justos, decir que también participa en el festín del sexo ése órgano casi
invisible que nos da satisfacciones de jóvenes y nos amarga la vida
de mayores y que llamamos próstata.
Por cierto, uno de los grandes
misterios de la naturaleza masculina es llegar a saber porqué
llevamos los testículos fuera del cuerpo. Es verdad que siempre se ha dicho que colgando se refrigera mejor que dentro y
puede mantener el esperma en mejores condiciones,
pero eso no es del todo seguro. Hay muchos mamíferos que los tienen
dentro y no pasa nada. Además los ovarios de la mujer están dentro
del cuerpo ¡y bien que se mantienen a salvo!. No sé, no sé, algún día nos
lo aclararán los anatomistas..
¡Ah, una
curiosidad!, según una revista de ciencias a la que le acabo de echar
un vistazo, el tamaño medio del pene en los hombres
viene a ser de unos 12,5 centímetros.. No entro si es
mucho o poco; total, ¿ no dicen que el tamaño no importa?.. Eso sí,
varía mucho de unas razas a otras.
Apuesto que no descubro nada nuevo si os digo que los que más grandes tienen el pene son los africanos, entre 16 a 20 centímetros en erección (¡no siempre se van a llevar la peor parte, los pobres!). Por el contrario, los más diminutos son los de los asiáticos; apenas 12 centímetros de media; ¡con lo despabilados que son para otras cosas!.
En Europa y en contra de lo que pudiera parecer son los germanos los que disfrutan de un falo más grande que los nuestros. Aunque nosotros, los latinos, con nuestros 14,5 centímetros algo podremos hacer, supongo. Imagino que para conocer estos datos se lo habrán medido a muchos y luego sacado la media, porque como sólo le hayan preguntado, ¡con lo mentirosos que somos los hombres para estas cosas ya me dirán!.
Apuesto que no descubro nada nuevo si os digo que los que más grandes tienen el pene son los africanos, entre 16 a 20 centímetros en erección (¡no siempre se van a llevar la peor parte, los pobres!). Por el contrario, los más diminutos son los de los asiáticos; apenas 12 centímetros de media; ¡con lo despabilados que son para otras cosas!.
En Europa y en contra de lo que pudiera parecer son los germanos los que disfrutan de un falo más grande que los nuestros. Aunque nosotros, los latinos, con nuestros 14,5 centímetros algo podremos hacer, supongo. Imagino que para conocer estos datos se lo habrán medido a muchos y luego sacado la media, porque como sólo le hayan preguntado, ¡con lo mentirosos que somos los hombres para estas cosas ya me dirán!.
Y por hablar de todo un poco, y ya que estoy en faena; la cantidad media de semen que expulsamos los
varones en cada eyaculación es de unos 4 mililitros de
líquido seminal, y lo lanzamos, por cierto, a una distancia de
entre 18 y 20 centímetros. Pero existe la certeza de un récord de
un metro, aunque no se identifica a éste vigoroso machote..
En fin, mañana más..
Joaquín Yerga
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