miércoles, 22 de abril de 2020

Aquí el que no corre, vuela..




Amiga..
Tú, que sabes del amor y con los dos hablas,
no le digas nada de mi sufrimiento.
Sé que te incomoda mi dolor
y le suplicarás que vuelva
a mi lado; que muero por ella.
Comprendo tus ansias de ayudar;
has visto la ruina de un hombre herido.
Pero no puedo rogarle más.
Sanaré mis heridas en silencio, 
mientras espero el milagro del olvido


--Joaquín--


Correr no es sólo la otra forma de locomoción más rápida de andar. No, porque correr implica mecánicamente otras circunstancias. Corriendo ejercitamos de manera distinta: mente, músculos, tendones y huesos. Pero como no podemos hacerlo mientras dure el confinamiento casero, tendremos que andar; aunque sea por esta pista de atletismo improvisada y cutre que es el pasillo central de nuestras kelis.
Sólo con andar unos once minutillos al día los 365 días del año, (aunque sea por ése raquítico pasillo) nos supone unos dos años más de vida. Si lo hacemos una hora, la diferencia con otro tío que apenas se mueva es ya casi de cinco años más. Merece la pena, ¿no? Además con una horita de nada andando gastamos unas 180 calorías, ¡menos da una piedra!. Bueno, que sepáis que solo con estar de pie ése tiempo ya dilapidamos 107. En fin, cualquier cosa menos estar apoltronados en el sofá..
En general todos sabemos que hacer ejercicio es bueno para corazón y mente, pero, ¿saben desde cuándo conocemos esto? Pues de mitad del siglo pasado. Se le ocurrió a un tipo listo, médico e inglés para más señas. Se maleaba éste buen hombre de que moverse sería bueno para todo el sistema cardiovascular, e hizo una prueba contundente. Con cierta ayuda del gobierno, tomó datos de todos los conductores y cobradores de aquellos típicos autobuses de dos pisos de Londres; eran aproximadamente unos 35.000, y se puso a cavilar..
Durante dos años fue investigando y anotando edad y estado de salud de esos funcionarios, y llegó a una curiosa conclusión. Resultaba que los conductores morían de infartos el doble que los cobradores, ¿y saben porqué?. Los conductores apenas se movían, estaban muchas horas sentados. Sin embargo los cobradores se tiraban todo el día subiendo y bajando las escalerillas de las dos plantas del autobús, además de desplazarse lateralmente pidiendo y marcando los tickets. ¡Eureka!, exclamaría. Y es que caminar regularmente reduce el riesgo de ataque cardíaco y apoplejía un 40%, nada menos..
Perdónenme que les diga, y que aproveche el tema, pero estamos diseñados para andar y correr. De todas las especies de primates (primos lejanos nuestros) y hay 250 especies, sólo nosotros andamos erguidos y nos desplazamos exclusivamente con dos piernas. Dicen los antropólogos que bajar de los arboles en África, echar a andar y hablar, lo hicimos casi de la mano. Claro, que con el tiempo todo se fue perfeccionando, hasta hacernos perfectos andarines.
La ambulación humana (andar) requiere más habilidad de la que imaginamos. Al tener que mantener el equilibrio en solo dos soportes (piernas) desafiamos constantemente a la gravedad. Cuando andamos, y aunque no nos damos cuenta, mantenemos un pie u otro levantado del suelo el 90% del tiempo. Pero tenemos el cuerpo perfecto para ello porque: el cuello se nos hizo largo y recto y se unió al cráneo en una posición más o memos central en lugar de desplazarse hacia atrás como los simios; tenemos unas espaldas flexibles, unas rodillas descomunales y los fémures angulados, lo que nos hace un andar airoso y uniforme. Sería imposible enseñar a un mono andar así, porque su diseño oseo hace que se bambolee.
Para impulsar nuestra marcha hacia adelante contamos con un musculo gigantesco en las nalgas, el glúteo mayor, y el tendón de aquiles. Tenemos los pies de forma arqueada (lo que nos dota de mayor elasticidad). Para evitar sobrecalentamiento cuando hacemos esfuerzo, nos volvimos lampiños y desarrollamos abundantes glándulas sudoríparas. Nuestra cara es plana y carente de hocico y tenemos la frente alta para dar cabida a nuestro impresionante cerebro. Pero hay más; en la parte posterior de la cabeza (en la nuca) se aloja un modesto ligamento cuya única función es mantener la cabeza firme cuando corremos; por supuesto todo esto no lo tiene ningún simio..
Correr es una de las cosas que mejor hacemos. Podemos alcanzar los 30 kilómetros por hora, y aunque un guepardo lo hace más rápido, sin embargo dudo que éste pueda correr más de 15 kilómetros seguidos, caería rendido. Nosotros transpiramos para mantenernos frescos, los cuadrúpedos pierden el calor jadeando. En fin, somos puro diseño atlético, el único problema de andar erguidos es el dolor de espaldas y la enorme dificultad que supuso a las mujeres dar a luz. Se le estrechó la pelvis y los dolores para parir se hicieron insufribles. Ningún animal en la tierra ha tenido más probabilidades de morir en el parto que un humano.. Y es que nadie es perfecto..
Joaquín

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