jueves, 13 de junio de 2019

Volver a empezar...




La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.


¡Ay! la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
(Rubén Darío)


A los que nos gusta la historia y la literatura, que en el fondo no deja de ser añoranza por un pasado no vivido aunque si leído, imaginado, idolatrado, incluso soñado, nos pareciera que ya no hay romances como los de entonces, tan llorados.. Amores imposibles como los de Romeo y Julieta que tan maravillosamente nos contara Shakespeare, o la Dama de las Camelias, de Dumas; desengañémonos, creíamos no volver a verlos... pero, craso error el mio, hete aquí que acabamos de saber estos días de un amor de los que ya no quedan...
Troy Robbins era un joven norteamericano que tenía 19 años en 1944.. Pertenecía a la generación de aquellos que tuvieron que ser reclutados y enviados a Europa a salvarnos del ímpetu de los nazis, y de Adolfo Hitler que se había propuesto hacer del continente un tétrico patio alemán en donde poner en práctica sus trastornadas ideas.. En junio de ése año lo metieron junto a otros cientos de miles de compatriotas jóvenes como él, casi niños, en enormes aviones de transporte y lo enviaron a Inglaterra, donde se estaba preparando el gran desembarco; que luego se haría, por cierto, en las costas de Normandía...
Jeannine Ganaye, era entonces una muchacha francesa muy guapa de tan solo 18 años. Había nacido y sido feliz, -hasta que entraron los nazis- en un pueblo del noreste del país (Normandía)... Como todas las chicas de su edad de la época soñaba con algún joven francés que le hiciera la corte, la enamorara y la llevara de Luna de Miel, después de una bonita boda, a París.. ¡Oh! París, París.. soñaba con París.. pero, llegaron los alemanes y todo se fue al traste.. Ocuparon su pueblo, asesinaron a algunos vecinos que osaron hacerles frente, y ahora todo era muy triste. Apenas los dejaban salir de casa, no podían reunirse más de cuatro y los soldados nazis las intimidaban con sus metralletas siempre dispuestos a soltar ráfagas sobre el primero que se rebelara..
Pero llegó el día D.. La noche del 6 de junio de 1944 miles de soldados ingleses y norteamericanos procedentes de Inglaterra desembarcaron en las playas de Normandía dispuestos a liberar Francia del yugo nazi y avanzar hacia Berlín.. A medida que el ejército aliado se iban haciendo con los pueblos y aldeas de la zona, los parroquianos le agasajaban con alegría.. ¡Por fin eran libres! ¡Echaban a los nazis!.. Algunos soldados permanecieron meses en los pueblos ocupados mientras se organizaba la gran ofensiva final...
Entre los soldados que desembarcaron en Normandía estaba Troy Robbins, con base en el pueblo de Jeannine... Durante el poco tiempo que permaneció allí ambos se vieron, y se enamoraron.. Lo suyo fue un amor pasional, duró sólo dos meses pero fue suficiente para hacerse ya eterno.. Ella en una rara mezcla de agradecimiento y amor sincero lo quiso con locura.. El se enamoró de sus inmensos ojos verdes y de su inocencia juvenil.. Pero.. amigo.. ¡Estaban en guerra!...
Al cabo de dos meses; tiempo de miradas, de besos, de amor y de promesas, el regimiento de Troy Robbins cambió de zona; lo trasladaron al norte de Alemania a combatir, y tuvieron que separarse.. La despedida fue muy triste, se besaron con locura y prometieron volver a verse para no separarse jamás; lamentablemente el curso de la guerra cambio sus planes..
Al terminar la guerra en Europa, Troy Robbins fue trasladado al Pacifico, al frente japones, ella quedó en su pueblo francés.. Y pasó el tiempo, y acabó la guerra.. y ambos se fueron alejando.. El volvió a los Estados Unidos, se reincorporó a su vida habitual y se casó.. Ella encontró un hombre, un buen hombre que la quiso y también formó una familia con hijos incluidos; no obstante nunca se olvidaron; su amor quedó latente en sus corazones..
Éste mes de junio de 2019 se conmemora los 75 años de aquel desembarco de Normandía.. 75 años hace que Troy Robbins se enamoró de Jeannine, y 75 años desde que se separaron prometiéndose amor eterno. Pues bien, ninguno de los dos volvió a saber nada del otro en todo este tiempo, solo una foto de Jeannine que Troy Robbins llevó siempre consigo era el único testigo de su amor.. Hasta la semana pasada en la que unos periodistas consiguieron reunir a los dos amantes.. Él ha vuelto a Francia, y la ha vuelto a ver.. Ambos están viudos, ambos se siguen queriendo.. Troy tiene 93 años, Jeannine 92; se han vuelto a prometer amor eterno.. Que se me perdone mi incredulidad, pero siempre pensé que esto solo ocurría en las películas... Y ya veo que no..
Joaquín Yerga


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