La princesa está
triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se
escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la
risa, que ha perdido el color.
La princesa está
pálida en su silla de oro,
está mudo el
teclado de su clave sonoro;
y en un vaso,
olvidada, se desmaya una flor.
¡Ay! la pobre
princesa de la boca de rosa
quiere ser
golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas
ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la
escala luminosa de un rayo,
saludar a los
lirios con los versos de mayo,
o perderse en el
viento sobre el trueno del mar.
(Rubén Darío)
A los que nos gusta
la historia y la literatura, que en el fondo no deja de ser añoranza
por un pasado no vivido aunque si leído, imaginado, idolatrado,
incluso soñado, nos pareciera que ya no hay romances como los de
entonces, tan llorados.. Amores imposibles como los de Romeo y
Julieta que tan maravillosamente nos contara Shakespeare, o la Dama
de las Camelias, de Dumas; desengañémonos, creíamos no volver a
verlos... pero, craso error el mio, hete aquí que acabamos de saber
estos días de un amor de los que ya no quedan...
Troy Robbins
era un joven norteamericano que tenía 19 años en 1944.. Pertenecía
a la generación de aquellos que tuvieron que ser reclutados y
enviados a Europa a salvarnos del ímpetu de los nazis, y de Adolfo
Hitler que se había propuesto hacer del continente un tétrico patio
alemán en donde poner en práctica sus trastornadas ideas.. En junio
de ése año lo metieron junto a otros cientos de miles de
compatriotas jóvenes como él, casi niños, en enormes aviones de
transporte y lo enviaron a Inglaterra, donde se estaba preparando el
gran desembarco; que luego se haría, por cierto, en las costas de
Normandía...
Jeannine Ganaye,
era entonces una muchacha francesa muy guapa de tan solo 18 años.
Había nacido y sido feliz, -hasta que entraron los nazis- en un
pueblo del noreste del país (Normandía)... Como todas las chicas de
su edad de la época soñaba con algún joven francés que le hiciera
la corte, la enamorara y la llevara de Luna de Miel, después de una
bonita boda, a París.. ¡Oh! París, París.. soñaba con París..
pero, llegaron los alemanes y todo se fue al traste.. Ocuparon su
pueblo, asesinaron a algunos vecinos que osaron hacerles frente, y
ahora todo era muy triste. Apenas los dejaban salir de casa, no
podían reunirse más de cuatro y los soldados nazis las intimidaban
con sus metralletas siempre dispuestos a soltar ráfagas sobre el
primero que se rebelara..
Pero llegó el día D.. La noche del 6 de junio de 1944 miles de soldados
ingleses y norteamericanos procedentes de Inglaterra desembarcaron en
las playas de Normandía dispuestos a liberar Francia del yugo nazi y
avanzar hacia Berlín.. A medida que el ejército aliado se iban
haciendo con los pueblos y aldeas de la zona, los parroquianos le
agasajaban con alegría.. ¡Por fin eran libres! ¡Echaban a los
nazis!.. Algunos soldados permanecieron meses en los pueblos ocupados
mientras se organizaba la gran ofensiva final...
Entre los soldados
que desembarcaron en Normandía estaba Troy Robbins,
con base en el pueblo de Jeannine... Durante el poco tiempo
que permaneció allí ambos se vieron, y se enamoraron.. Lo suyo fue
un amor pasional, duró sólo dos meses pero fue suficiente para
hacerse ya eterno.. Ella en una rara mezcla de agradecimiento y amor
sincero lo quiso con locura.. El se enamoró de sus inmensos ojos
verdes y de su inocencia juvenil.. Pero.. amigo.. ¡Estaban en
guerra!...
Al cabo de dos meses;
tiempo de miradas, de besos, de amor y de promesas, el regimiento de
Troy Robbins cambió de zona; lo trasladaron al norte de
Alemania a combatir, y tuvieron que separarse.. La despedida fue muy
triste, se besaron con locura y prometieron volver a verse para no
separarse jamás; lamentablemente el curso de la guerra cambio sus
planes..
Al terminar la guerra
en Europa, Troy Robbins fue trasladado al Pacifico, al
frente japones, ella quedó en su pueblo francés.. Y pasó el
tiempo, y acabó la guerra.. y ambos se fueron alejando.. El volvió a
los Estados Unidos, se reincorporó a su vida habitual y se casó..
Ella encontró un hombre, un buen hombre que la quiso y también
formó una familia con hijos incluidos; no obstante nunca se
olvidaron; su amor quedó latente en sus corazones..
Éste mes de junio de
2019 se conmemora los 75 años de aquel desembarco de Normandía.. 75 años
hace que Troy Robbins se enamoró de Jeannine, y 75
años desde que se separaron prometiéndose amor eterno. Pues bien,
ninguno de los dos volvió a saber nada del otro en todo este tiempo,
solo una foto de Jeannine que Troy Robbins llevó
siempre consigo era el único testigo de su amor.. Hasta la semana
pasada en la que unos periodistas consiguieron reunir a los dos
amantes.. Él ha vuelto a Francia, y la ha vuelto a ver.. Ambos están
viudos, ambos se siguen queriendo.. Troy tiene 93 años,
Jeannine 92; se han vuelto a prometer amor eterno.. Que se me
perdone mi incredulidad, pero siempre pensé que esto solo ocurría
en las películas... Y ya veo que no..
Joaquín Yerga
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