Se nos muere poco a poco..
¿Cuentos
quieres niña bella?
Tengo
muchos que contar;
de
una sirena del mar,
de
un ruiseñor y de una estrella;
de
una cándida doncella
que
robó un encantador;
de
un gallardo trovador
y
de una odalisca mora,
con
sus perlas de Basora
y
sus chales de Lahor.
Dime
tú: ¿de cuales quieres?
Dicen
gentes muy formales
que
los cuentos orientales
les
gustan a las mujeres.
Así,
pues, si ésos prefieres,
verás
colmado tu afán
pues
sé de un cuento musulmán
que
sobre una amante versa,
y
me lo ha contado un persa
que
ha venido de Hispahán.
(Rubén
Darío)
Si
quieren saber qué ciudad del mundo encarna mejor ése espíritu que impregna el arte, la literatura o el romanticismo, no piensen en París ni en Londres, ni tan siquiera en
Nueva York, quédense en Venecia..
Pero,
¿qué tiene Venecia para que una sola ciudad haya dado tanto que
hablar a la humanidad?... ¿Qué atesora para que infinidad de
artistas, músicos, escritores, amantes o nostálgicos del mundo
enero la hayan escogido como lugar donde vivir, donde soñar, o donde
morir?... ¿Será su fisonomía, sus calles, sus palacios, sus
canales?.. O será que, levantada sobre la tierra y el mar, en las
marismas, la hacen única, diferente, mítica...
Si
yo les tuviese que contar aquí y ahora la de gente importante que
han tenido relación con esta original ciudad, no tendría ni espacio
ni tiempo suficiente para hacerlo... Por ejemplo, desde el
Renacimiento; pintores tan conocidos como Giorgione, Veronés,
Canletto, Tintotetto o el mismísimo Tiziano, que tanto pintó a los
reyes españoles, han nacido o trabajado aquí.. Arquitectos tan
afanados como Bellini, Lombardo, Sansovino o el gran Palladio, autor
de tantos palacetes, fueron hijos de Venecia..
¿Sabe alguien de cualquier otro compositor musical anterior a Mozart que no
sea Vivaldi y sus cuatro estaciones?.. Bueno, quizás Bach,
lo reconozco.. Pero, miren, el gran Vivaldi nació en Venecia..
Wagner, el magnifico músico
alemán, vivió y murió en Venecia; aquí se inspiraba, y
soñaba.. Igor Stravisnki murió en Nueva York pero su alma y
su corazón se quedaron en la ciudad de los canales; aquí pidió ser
enterrado..
Lord
Byron, Goethe, Thomas Mann, que escribió aquí su; “Muerte en
Venecia” pernoctaron largas temporadas en Venecia.. Casanovas,
el gran seductor, el refinado amante de docenas de cortesanas, de
damas de alta alcurnia y de esposas atrevidas, realizó sus más
exquisitas conquistas en los salones de Venecia... Cualquier
intelectual que se preciara, durante siglos, tenía que pasar por la
ciudad... Venecia les sugería, ésta ciudad les inculcaba, la ciudad
les inspiraba...
Aunque,
tal vez después de siglos de historia y poderío, su hijo
más ilustre reconocido por todos sea Marco Polo, el viajero
incansable que logró viajar a China en el siglo XIII, permanecer
allí veinticinco años y hacernos saber de aquel misterioso país..
Pero,
¿Cómo es realmente Venecia?.. Para empezar les diré que está
situada en la costa noreste de Italia, frente al mar Adriático, que
no es otra cosa que un trozo del Mediterráneo.. La ciudad está
levantada en un archipiélago de 118 pequeñas islas unidas entre si
por casi 500 puentes.. El más conocido de ellos, el precioso puente
de Rialto.. Decirles también que todos los edificios
antiguos, que son mayoría, tienen cimientos de madera con lo que los
hace muy vulnerables.. En la ciudad, de unos 200.000 habitantes, no
hay trafico rodado, sino que todo se hace a través de embarcaciones;
las calles son canales..
¿Y
por qué más es conocida Venecia? Pues, recuerden, por su festival
de cine, por sus refinados carnavales, por La Fenice, el
magnifico teatro de la ópera, por su imponente Catedral de San
Marcos con su Campanille, o por su Gran Canal, donde navegan las
románticas góndolas majestuosamente dirigidas por gondoleros de
camisa de rayas azules cantando.. ¡O sole mio! Bueno, a qué
mentirles, realmente esto último ya no se lleva..
Qué
pena que muriera recientemente el gran compositor francés Charles
Aznavour. Ya no le volveremos a ver cantando aquella balada tan
romántica, y tan triste a la vez que tanta fama le dio...
Qué
profunda emoción recordar el ayer
cuando
todo en Venecia me hablaba de amor.
Qué
callada quietud, qué tristeza sin fin.
Qué
distinta Venecia si me faltas tú..
Venecia
se nos muere. Las olas, las mareas, la madera pudriéndose, los
millones de turistas domingueros, escandalosos, bullangueros, el
tiempo.. todo se confabula para que poco a poco vayamos viendo
agonizar, “la Perla del Adriático”; la Serenissima ciudad de
Venecia..
Dicho
queda..
Joaquin
Yerga
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