domingo, 16 de junio de 2019

Se nos muere poco a poco..






¿Cuentos quieres niña bella?
Tengo muchos que contar;
de una sirena del mar,
de un ruiseñor y de una estrella;
de una cándida doncella
que robó un encantador;
de un gallardo trovador
y de una odalisca mora,
con sus perlas de Basora
y sus chales de Lahor.

Dime tú: ¿de cuales quieres?
Dicen gentes muy formales
que los cuentos orientales
les gustan a las mujeres.
Así, pues, si ésos prefieres,
verás colmado tu afán
pues sé de un cuento musulmán
que sobre una amante versa,
y me lo ha contado un persa
que ha venido de Hispahán.
(Rubén Darío)

Si quieren saber qué ciudad del mundo encarna mejor ése espíritu que impregna el arte, la literatura o el romanticismo, no piensen en París ni en Londres, ni tan siquiera en Nueva York, quédense en Venecia..
Pero, ¿qué tiene Venecia para que una sola ciudad haya dado tanto que hablar a la humanidad?... ¿Qué atesora para que infinidad de artistas, músicos, escritores, amantes o nostálgicos del mundo enero la hayan escogido como lugar donde vivir, donde soñar, o donde morir?... ¿Será su fisonomía, sus calles, sus palacios, sus canales?.. O será que, levantada sobre la tierra y el mar, en las marismas, la hacen única, diferente, mítica...
Si yo les tuviese que contar aquí y ahora la de gente importante que han tenido relación con esta original ciudad, no tendría ni espacio ni tiempo suficiente para hacerlo... Por ejemplo, desde el Renacimiento; pintores tan conocidos como Giorgione, Veronés, Canletto, Tintotetto o el mismísimo Tiziano, que tanto pintó a los reyes españoles, han nacido o trabajado aquí.. Arquitectos tan afanados como Bellini, Lombardo, Sansovino o el gran Palladio, autor de tantos palacetes, fueron hijos de Venecia..
¿Sabe alguien de cualquier otro compositor musical anterior a Mozart que no sea Vivaldi y sus cuatro estaciones?.. Bueno, quizás Bach, lo reconozco.. Pero, miren, el gran Vivaldi nació en Venecia.. Wagner, el magnifico músico alemán, vivió y murió en Venecia; aquí se inspiraba, y soñaba.. Igor Stravisnki murió en Nueva York pero su alma y su corazón se quedaron en la ciudad de los canales; aquí pidió ser enterrado..
Lord Byron, Goethe, Thomas Mann, que escribió aquí su; “Muerte en Venecia” pernoctaron largas temporadas en Venecia.. Casanovas, el gran seductor, el refinado amante de docenas de cortesanas, de damas de alta alcurnia y de esposas atrevidas, realizó sus más exquisitas conquistas en los salones de Venecia... Cualquier intelectual que se preciara, durante siglos, tenía que pasar por la ciudad... Venecia les sugería, ésta ciudad les inculcaba, la ciudad les inspiraba...
Aunque, tal vez después de siglos de historia y poderío, su hijo más ilustre reconocido por todos sea Marco Polo, el viajero incansable que logró viajar a China en el siglo XIII, permanecer allí veinticinco años y hacernos saber de aquel misterioso país..
Pero, ¿Cómo es realmente Venecia?.. Para empezar les diré que está situada en la costa noreste de Italia, frente al mar Adriático, que no es otra cosa que un trozo del Mediterráneo.. La ciudad está levantada en un archipiélago de 118 pequeñas islas unidas entre si por casi 500 puentes.. El más conocido de ellos, el precioso puente de Rialto.. Decirles también que todos los edificios antiguos, que son mayoría, tienen cimientos de madera con lo que los hace muy vulnerables.. En la ciudad, de unos 200.000 habitantes, no hay trafico rodado, sino que todo se hace a través de embarcaciones; las calles son canales..
¿Y por qué más es conocida Venecia? Pues, recuerden, por su festival de cine, por sus refinados carnavales, por La Fenice, el magnifico teatro de la ópera, por su imponente Catedral de San Marcos con su Campanille, o por su Gran Canal, donde navegan las románticas góndolas majestuosamente dirigidas por gondoleros de camisa de rayas azules cantando.. ¡O sole mio! Bueno, a qué mentirles, realmente esto último ya no se lleva..
Qué pena que muriera recientemente el gran compositor francés Charles Aznavour. Ya no le volveremos a ver cantando aquella balada tan romántica, y tan triste a la vez que tanta fama le dio...
Qué profunda emoción recordar el ayer
cuando todo en Venecia me hablaba de amor.
Qué callada quietud, qué tristeza sin fin.
Qué distinta Venecia si me faltas tú..
Venecia se nos muere. Las olas, las mareas, la madera pudriéndose, los millones de turistas domingueros, escandalosos, bullangueros, el tiempo.. todo se confabula para que poco a poco vayamos viendo agonizar, “la Perla del Adriático”; la Serenissima ciudad de Venecia..
Dicho queda..
Joaquin Yerga

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