Ódiame o ámame,
ambas están a mi
favor.
Si me amas,
siempre voy a estar
en tu corazón; si
me odias,
siempre voy a
estar en tu mente.
(Shakespeare)
Los que hayan estado
en Pompeya lo habrán visto.. Esta hermosa ciudad rescatada de
las cenizas como el Ave Fenix es el escaparate ideal para que veamos
hoy en día cómo vivían los romanos hace ya 2.000 años, ¡ahí es
nada!..
Sepan que mientras en
el resto del mundo, exceptuando el extremo oriental del Mediterráneo,
andábamos aún casi en taparrabos, los romanos hacían las mismas
cosas que hacemos nosotros ahora si nos quitaran los medios
electrónicos y los móviles.. Sí, no crean que exagero mucho..
En Pompeya
tenemos la suerte de ver en pleno siglo XXI cómo era exactamente una
ciudad romana de tamaño medio.. Recuerden que esta ciudad quedó
sepultada bajo las cenizas del volcán Vesubio que pegó un
zambombazo en el año 79 de nuestra era.. Muchos de sus habitantes
murieron en el acto, otros pudieron huir, y la ciudad quedó en el
olvido más absoluto.. Mil setecientos años después unos campesinos
de la zona encontraron una serie de esculturas y objetos antiguos
enterrados bajo una capa de tierra que las autoridades han ido
desenterrando hasta conseguir que la ciudad emerja a la superficie
casi intacta...
No pensemos, pues,
que somos la leche de modernos porque pedimos la comida fuera y nos
la traen (previo pago) unos jóvenes repartidores; ni de coña, con
perdón, los romanos ya lo hacían antes que nosotros.. Cualquiera
que se de una vuelta por Pompeya verá calles como las
nuestras, con las aguas residuales encauzadas, con pasos de cebra
pintados en el suelo, con tiendas de comestibles a pie de acera o
establecimientos exclusivos donde servían esas comidas ya hechas..
Por si no lo sabían muchas residencias romanas carecían de cocinas,
su inquilinos comían siempre fuera de casa..
Por cierto, si creen
que los bares lo inventamos los españoles por lo cachondos
que somos y por la enorme cantidad de ellos que tenemos en cada
esquina están muy equivocados; hace 2.000 años los romanos ya
alternaban en los suyos, solo que bebían vino y no cerveza a la que
consideraban bebida bárbara, y en vez de llamarlos bares, garitos o
tascas los llamaban thermopolias; por lo demás igual, es decir, con
sus borrachos, sus camareros y sus pelmas que no se iban de allí ni
a tiros..
Otra de las cosas en
las que los romanos nos tomaron la delantera, y aunque no se lo crean
eran, por ejemplo la depilación corporal, lo mismo en mujeres que en
hombres, aun no habían inventado el rayo láser pero quedaban igual
de rasurados que nosotros.. Y conste que esto de descansar los
domingos se lo sacó de la manga el emperador Constantino en
el año 321.. Lo hizo para dedicar un día a la semana a honrar al
Sol; desde entonces nos tocamos las pelotas los domingos..
Algunos creerán,
también, que esto del reciclaje es cosa de ecologistas
intransigentes modernos, pues nada de eso; si yo les dijera que en
Pompeya regalaban una especia de caja de cerillas a todo aquel
que entregara una bolsa de vidrios rotos no se lo iban a creer; pues
creáselo que es verdad..
En fin, los romanos
eran ya la repera hace dos mil años.. Hacían propaganda electoral
para elegir alcaldes, tenían saunas donde tertuliaban, bañaban y
perfumaban.. Su leyes civiles y de derecho procesal aún las usamos
nosotros, sus calzadas por donde transitaban carretas atestadas de
mercancías trazaban una maraña de vías que ocupaban todo el
territorio de norte a sur y de este a oeste y, no digamos la
comodidad de sus ciudades, con sus abastecimientos de agua traídas
de sitios lejanos a través de canales o acueductos.. Lo dicho un
romano de entonces tenia acceso a una serie de comodidades y
adelantos como cualquiera de nosotros ahora, sólo les faltaban los
wassaps, que lo sustituían, por cierto, por largas y apacibles
charlas en los suntuosos salones de sus haciendas o en las cálidas
termas públicas.. Si no se lo creen ahí tienen a Pompeya
para verlo, y saldrán de dudas...
Dicho queda...
Joaquin Yerga
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