La truculenta historia de mi calle..
Yo
no volveré. Y la noche
tibia,
serena y callada
dormirá
el mundo, a los rayos
de
su luna soltaría.
Mi
cuerpo no estará allí,
y
por la abierta ventana,
entrará
una brisa fresca,
preguntando
por mi alma.
No
sé si habrá quien me aguarde
de
mi doble ausencia larga,
o
quien bese mi recuerdo,
entre
caricias y lágrimas.
Pero
habrá estrellas y flores,
y
suspiros y esperanzas,
y
el amor en las avenidas,
a
la sombra de las ramas.
Y
sonará ese piano,
como
en esta noche plácida,
y
no tendrá quien lo escuche,
pensativo,
en mi ventana..
(Juan
Ramón Jiménez)
No
es de extrañar que Madrid, nuestra capital, debido a su larga
historia (no en vano ha sido metrópoli durante más de 400 años de
un imperio tan extenso que no se ponía el sol) tuviese una cuajada
colección de anécdotas y leyendas entre sus calles, edificios o
palacios...
Son
muchos los libros dedicados a las historia de la capital. No hay más
que acercarse a algún stand de librería y comprobará sorprendido
la enorme cantidad de planos, libros, libretos o manuales consagrados
exclusivamente a misterios o leyendas capitalinas; y es que no hay
calle, callejuela, plazoleta, travesía o callejón que no tenga
alguna suculenta anécdota de tiempos pretéritos... Tengan en cuenta
que por estos lares han paseado, vivido y “estirado la pata”,
desde reyes, condes, marqueses, escritores, pintores, políticos de
toda ralea, militares, bandidos, ladrones, curas trabucaires, putas,
frailes golferas, etc.etc. es decir, lo más granado de nuestra
historia e infrahistoria patria...
Calles
de Madrid con nombres curiosos que hacen las delicias de cualquiera
que pretenda conocer sus orígenes las hay a docenas, algunas para
mear y no echar gota, con perdón... Miren algunas..
Hay
una calle no muy extensa en el barrio de Chueca que tiene el
llamativo nombre de Válgame Dios,
su historia es singular. En esa calle hubo un convento de frailes;
hace siglos, en una noche infernal de viento y lluvia, estando ya
retirados en sus celdas los frailes, llamaron a la puerta unos
desconocidos pidiendo que alguno de ellos les acompañara a dar la
extremaunción a una dama que estaba en agonía. El prior designó al
fraile más robusto de la congregación (por si acaso), que a
regañadientes fue con ellos.. cuando iban a mitad del camino los
desconocidos (dos hombres) lo amordazaron y le taparon los ojos para
que no supiera del lugar a dónde iban... al poco oyó llorar a un
niño y lamentarse amargamente a una mujer, a los que los
desconocidos pretendían asesinar después de recibir el sacramento.
El fraile (muy corpulento) pudo zafarse de las mordazas y peleó con
ellos dándole a uno un trabucazo dejándolo muerto y al otro
malherido.. Liberó a la mujer. y de vuelta al convento pudo explicar
lo sucedido. Parece ser que tres tipos, parientes de la chica,
quisieron matar a ambos por considerar que el niño había sido fruto
de aventuras extra-matrimoniales... Como la pobre mujer no hacia más
que vociferar ¡Válgame Dios!, pues con esa expresión se quedó la
calle..
Lo
de la calle Del Soldado
la cosa fue peor aun. Un soldado se enamoró de Almudena, una chica
de 15 años, de buena posición y con unos ojos azules como el mar,
que vivía en esa calle. La familia no aceptaba esas relaciones y
dispusieron meter a la chica en un convento... Él insistió e
insistió, pero nada... Apunto ya la chica de hacerse monja, se citó
un día con ella para despedirse, pero en vez de darle amoroso beso
le dio tres navajazos y la descuartizó... Al día siguiente se
presentó en el convento con un saco, llama al timbre y le dice a la
monja que le recibió.. “Toma hermana, aquí le traigo un regalo de
Almudena para el convento”..
¡Y
qué me dicen de ésta!.. la llamada casa de “Tócame Roque”
estaba situada en la calle Del Barquillo
esquina con la de Belén,
también en el barrio de Chueca. Era un edificio con unos 70 pisos en
donde una multitud de variopintas familias pobres y castizas moraban
en chusca vecindad, todos de alquiler.. Allí las escenas matritenses
eran de aupá; había manolas, chulapos, castizos, chicas de servir,
serenos etc. en fin, lo típico de aquel Madrid más autentico; y
también , peleas, riñas, escándalos.. Lo del “Tócame
Roque”, era porque este
edificio lo habían heredado dos hermanos asturianos, Roque y Juan,
que a raíz de la herencia se llevaban a matar.. El testamento de sus
padres no quedó claro y ambos se disputaban el edifico con saña...
Cuando se veían por la calle se decían...tócame a mi Juan.. no
tócame a mi Roque...
Pero
no hay tiempo para más, les aseguro que son miles y miles las
anécdotas dignas de contar las que han generado las calles y plazas
de Madrid.. Vean algunos nombres más: calle del: Desengaño,
Melancólicos, de la Pasa,
Rompelanzas, del
Panecillo, de la Lechuga,
de la Ballesta, Sombrerete,
Tribulete, del Piojo,
Salsipuedes, La alegría de la huerta, Historias de la Radio,
etcétera. Tengan en cuenta que, además de su fecunda historia, en
Madrid ciudad hay la friolera de, casi, 10.000 calles, la más larga
la de Alcalá (con
10,5 kilómetros y más de 550 portales), cientos de plazas, y más
de 500 iglesias... En fin..
Dicho
queda...
Joaquín
Yerga
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