viernes, 8 de marzo de 2019

En busca de una estrella...






¡Oh!, siglo decadente, que te jactas
de poseer la verdad, tú que haces gala
de que con Dios, y con la muerte pactas,
devuélveme mi fe extraviada.
¡Tengo sed de saber y no me enseñas;
tengo sed de avanzar y no me ayudas;
tengo sed de creer y me despeñas
en el mar de teorías en el que sueñas
hallar las soluciones de tus dudas!
(Amado Nervo)

Para los cotillas sin remisión; para los fisgones irreprimibles como yo que nos morimos por saber de  la vida ajena; esta nos ofrece dos opciones para gozar de nuestro pasatiempo favorito; o nos conformamos con lo que se cuece en el rellano del vecindario donde nos pueden informar con detalles del nuevo amante de la vecina del 5º y la hora de llegada nocturna del hijo pequeño de María la del 2ª B, o nos deleitamos con algún librito de suculentas anécdotas de personajes históricos y sus debilidades.. Yo he preferido siempre esto último.
No sé a ustedes pero a mí me apasionan las curiosidades que ocurren o han ocurrido en otros tiempos y sean dignas de mención; más que nada por lo inusual y extraordinario. La historia, (sobretodo a los que nos gusta) proporciona infinidad de sabrosas anécdotas. Y es que, una vez conocida la seria y oficial, conocer además los chismes y cotilleos privados de sus personajes y saber de sus debilidades me proporciona un deleite que no estoy dispuesto a perdérmelo...
Uno de los episodios mas controvertidos del cristianismo es la llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al niño recién nacido, pero la controversia de éste pasaje bíblico viene, no solo por la procedencia y oficio de los magos, sino de la estrella que los guió hasta el humilde portal. Se especuló durante mucho tiempo que tal vez fuera el cometa Halley, que como saben aparece ante nuestros ojos cada 75 años, y según las predicciones pasó por Palestina el año 12 a.c. Es decir, según cálculos oficiales, una década después del nacimiento pero, como la fecha de nacimiento de Jesús está equivocada en uno cuantos años, algunos aun insisten en que la estrella y el cometa fueron el mismo fenómeno.
Difícil es afirmar o negar la coincidencia del cometa con la estrella de Belén, no obstante tiene más valor a ojos de científicos la teoría el gran astrónomo holandés Johannes Kepler, según la cual en el año 6 a.c. se dio en los cielos una conjunción rara de tres planetas (Marte, Júpiter y Saturno) que vistos desde la tierra aparentaba una brillante y nueva estrella. Ésta hipótesis coincide plenamente en fecha con el nacimiento de Jesús. Por cierto, esta conjunción planetaria es tan extraña que no se repetirá hasta el año 2065..
¿Han pensado alguna vez porqué el cielo es azul? Es curioso pero, la luz que emite el Sol es blanca y prístina como la nieve pura, ¿entonces? ¿porqué la vemos azul como el añil en cielos despejados? Claro que la luz blanca del Sol se descompone en todos los colores del espectro al traspasar ciertos elementos atmosféricos; y de esos rayos de luz, los fotones del azul tiene ondas cortas más enérgicas que se dispersan por todos lados haciendo que cuando el Sol está en lo más alto veamos todo azul. Eso no pasa cuando éste se coloca sobre el horizonte; es éste caso las que predominan son las ondas del rojo, pues las de azul se difuminan al ser su camino a recorrer más largo, y entonces aparecen esos atardeceres rojos tan hermosos, y tan románticos..
Es evidente que las distancias en el cosmos son siderales, monstruosas, para nuestra humilde percepción humana, y reflejarlas, por lo tanto, en un plano a escala manejable es imposible. Si tuviésemos que hacer un mapa a escala donde todos los planetas y satélites de nuestro sistema solar aparecieran, habría que hacerlo de la siguiente manera...
Si el Sol fuese un pomelo, la tierra sería un grano de arena situado a 9 metros de distancia; 50 metros más allá habría un hueso de cereza que representará a Júpiter; y otros 50 metros más allá habría otro hueso de cereza que sería Saturno. Plutón sería un grano de arena situado a 500 metros de distancia del pomelo. Así sería un mapa a escala real de nuestro sistema solar.. Pero, pásmense, imaginen lo que sería simplemente nuestra galaxia con más de 100.000 millones de estrellas como el Sol...
Miren qué símil más fascinante... Para representar en un mapa también a escala humana nuestra galaxia harían falta lo siguiente.. Si un grano de sal fuese una estrella como el Sol, necesitaríamos 10.000 paquetes de sal y esparcirlas por una superficie plana más grande que la sección de la tierra, cada grano sería una estrella. Y eso sería solo nuestra galaxia; hay la friolera de 100.000 millones más de ellas... En fin, mejor me callo porque son cifras mareantes...
Dicho queda..
Joaquin Yerga

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