sábado, 30 de marzo de 2019

Breve historia de una ingratitud..





Me gusta ver el cielo
con negros nubarrones
y oír los aquilones
horrísonos bramar;
me gusta ver la noche
sin luna y sin estrellas,
y solo las centellas
la tierra iluminar.
Me agrada un cementerio
de muertos bien relleno,
manando sangre y cieno
que impida respirar,
y allí un sepulturero
de tétrica mirada
con mano despiadada
los cráneos machacar..
Me agradan las queridas
tendidas en los lechos,
sin chales en los pechos
y flojo el cinturón,
mostrando sus encantos,
sin orden el cabello,
al aire el muslo bello..
¡Qué gozo!, ¡qué ilusión!
(Juan Rico y Amat)

Sabía de la gran empresa a realizar, pero llevaba años preparándose para ello. Cuando llegó a Portugal en viaje de negocios acumulaba ya a sus espaldas muchas millas marinas, no en vano había recorrido y visitado varias veces Inglaterra, Holanda y hasta Islandia, la antigua isla de Thule...
En Portugal, en la isla de Madeira exactamente, Colón tuvo la suerte de conocer una mujer hermosa Felipa Moniz, con la que se casó y que le abrió muchas puertas en el país vecino, y después en España... Pero no crean que la idea de llegar a la China y Japón a través del océano, que era su primer pensamiento, fue producto de su imaginación, ni mucho menos, cuando se propuso salir a navegar él ya tenia en su poder algunos datos significativos. Por ejemplo, su suegra portuguesa le había dado unos mapas y planos a tener en cuenta, además en Madeira habían llegado a la playa, llevados por las corrientes marinas, enigmáticos trozos de madera tallada y hasta dos cadáveres de indios que él pudo hasta tocar, lo que suponía señales evidentes de que por esa dirección se llegaba a tierra firme y, ¡¡que la tierra era redonda y no plana como se creía!!..
De todos es sabido que Colón no pudo conseguir el favor el rey portugués para su proyectado viaje y tuvo que pedir ayuda a España, en mal momento por cierto, porque los Reyes Católicos estaban enfrascados en la conquista de Granada y no estaban para viajecitos de un iluminado, no obstante gracias a la ayuda de un fraile franciscano pudo hablar con la reina Isabel que se comprometió ayudarle..
El día 3 de agosto 1492 al amanecer salieron de Palos las tres naves rumbo a las Canarias. Allí pernoctaron, y Colón fue huésped de la guapa viuda el gobernador, Beatriz Peraza. Salió impresionado de la belleza de la moza, pero tuvo que partir. Tal vez si ella se hubiera empeñado se queda y hubiera mandado a la M. al viaje, y a Pinzón.. Menos mal que la chica no insistió..
El 6 de septiembre zarpan definitivamente.. ¡La suerte está echada! ¡No hay vuelta de hoja!.. Todos miran hacia el oeste, el mar está en calma. Hasta el último grumete de las tres carabelas anda entusiasmado.. Tienen la promesa de recibir una fortuna (que le haría rico de por vida) al primero que aviste tierra firme.. Docenas de ojos escudriñan el horizonte... se continúa navegando...
Estamos a 14 de septiembre, ven una golondrina, luego un rabijunco, la tierra está cerca pues.. Pero no, era una falsa alarma. Algunos ya comienzan a impacientarse... Colón en la proa de la Santa María mira las estrellas.. hay muchas. La noche está clara, solo falta el canto del ruiseñor para ser perfecta –suspira-- tal vez piense en la bella Beatriz que dejó en la Gomera..
Hoy 23 de septiembre el mar sigue calmo. Muchos murmuran por lo bajines su descontento, temen no poder regresar a España... Colón se augura lo peor, quizás algún conato de rebelión a bordo y por eso intenta animar a todos. El capitán de la Pinta le sugiere detener a media docena de ellos y colgarlos en el palo mayor para escarmentar, no obstante consiguen sofocarlos con buenas palabras, y mejores promesas..
12 de octubre.. ¡Por fin! Es noche cerrada.. Las dos de la madrugada y ven luces a lo lejos..¡Aleluya!. Rodrigo de Triana desde la Pinta grita ¡¡Tierrra!!.. Todos enloquecen de alegría, se abrazan, saltan, ahúchan a Colón.. Nadie consigue dormir hasta la mañana siguiente en que desembarcan en una estrecha bahia.. Salta Colón a tierra con una cruz hecha con dos tablas y, Escobedo, (el secretario) toma solemne posesión del lugar.. ¿Será una isla?.. ¿Un continente? Al día siguiente se presenta en el lugar un grupo de indios en pelotas picadas. Las indias son muy guapas y con unos ojos enormes, parecidas a las canarias –escribió Colón en su diario
El regreso a España es triunfal. Después de una escala en Lisboa, llegan a Sevilla y los ciudadanos son testigos de un extraño desfile de Colón a caballo, seguido de unos indios semidesnudos llevando unos loros en sus hombros.. La gente aplaude y grita entusiasmada, todos quieren ir, todos quieren embarcar para esa tierra prometida llena de riquezas y fortuna...
25 de septiembre de 1493, Colón organiza un segundo viaje. Ahora son 17 barcos y 1200 hombres, pero no todo es tan bonito como el anterior. Fuertes tormentas y lluvias continuas estropean el viaje.. Al llegar a América (Haití) los 39 españoles que habían quedado allí estaban muertos por las enfermedades..
Es 30 de mayo de 1498 Colón comanda un nuevo viaje, el tercero; está vez su rumbo es más al sur, pero la cosa no le sale bien... Hay disputas entre los marineros y soldados; unos se ponen del lado de Colón y otros en contra. Estos últimos le acusan de tiranía, lo detienen y le ponen grilletes, lo embarcan rumbo a España.. ¡Qué desastre Colón, el hombre, el héroe que ha descubierto la ruta al nuevo mundo preso como un simple malhechor!.. No obstante sus pecados les serán perdonados por el rey al llegar a España... Él guardará las cadenas como símbolo de la ingratitud de los hombres..
9 de mayo de 1502, gracias a unos ricos comerciantes que confiaron y le prestaron el dinero, Colón se dispone a partir otra vez para América, es su cuarto viaje. Tiene ya 51 años, viejo para la época y está con gota y achacoso. Sus cuatro naves salen de Sevilla rumbo a Sanlucar por el Guadalquivir. Esta vez descubre Nicaragua, Honduras y Costa Rica, pero quizás sea el viaje más desastroso, un ciclón destroza tres carabelas y hace desaparecer a la mitad de sus hombres.. Dos años después vuelve a Sevilla, está muy enfermo. Allí postrado en cama suplica entrevistarse en Segovia con Fernando el católico, la reina Isabel acaba de morir. Hace el viaje en mula, por ser animal de pasos lentos y coge la Ruta de la Plata para llegar; tuvo por narices que pasar por mi pueblo..
20 de mayo e 1506, muere Colón en Valladolid a los 56 años, amargado y despotricando de la vida, sobre todo de la ingratitud humana... Y no le faltaba razón..
Joaquín Yerga

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