martes, 12 de marzo de 2019

Confieso que tengo dudas...







Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué;
aunque sentí al hacerlo que la vida
¡me arrancaba con él!

Del altar que le alcé en mi alma,
la voluntad su imagen arrojó;
y la luz de esa fe en llama
ante el altar desierta se apagó
(Bécquer)

Admito ser un plasta. Incluso a veces reiterativo, machacón, repetitivo; sí porque he escrito ya varias veces sobre la Biblia (el otro día sin ir más lejos), y sin embargo vuelvo a la carga; algo así como los asesinos, que siempre regresan al lugar del crimen; perdónenme por mi cansinez.. No obstante hoy les voy a contar otra versión muy diferente. Tomen nota...
Si le preguntáramos a cualquiera de nuestro entorno, (católico por supuesto ya que aquí aun somos mayoría los de ésta creencia) qué sabe de la Biblia, apuesto que poca cosa nos diría; no sabría, y nos quedaríamos tan campante... Es decir, del libro del que todo, absolutamente todo lo que tenga que ver con nuestra religión, costumbres, tradiciones o educación emana y, ¡no tenemos ni pajolera idea de él!. pero, ¿cómo es posible?.. Sepan que todo lo que tiene que ver con la Iglesia, lo que dicen los curas y hasta el principio y final, casi, de nuestra vida (si porque la empezamos bautizándonos y la terminamos con extremaunción) proviene de la Biblia.. ¡Y nosotros sin saber nada de ella!.. En fin.., qué cosa más curiosa...
Conste que esto solo nos pasa a los católicos que lo fiamos todo a los curas sin preocuparnos si todo lo que nos dicen y aconsejan es palabra revelada por Dios y no simple punto de vista suyo. Con los protestantes (calvinistas, metodistas, luteranos etc. etc.) esto no va con ellos. Ellos tienen una relación intima y directa con la Biblia y ellos solos la interpretan a su manera; los ministros de su iglesia (pastores) se limitan a aclararles algunas dudas..
No me digan que no es más autentico apañársela uno mismo con Dios y la Biblia, (su palabra) que al fin y al cabo es la base de la religión cristiana, sin necesidad de que nadie nos diga lo que tenemos que hacer y cómo tenemos que creer. No obstante, la gran ventaja que tiene ser católico es que nos lo dan todo hecho; no tenemos ni que leer los evangelios, solo tenemos que asistir a misa, sentarnos en algún banco y escuchar a los curas; y si me apuran contarles nuestras cuitas, que con dos bendiciones suyas después salimos como nuevos..
Los curas se tiran en los seminarios una serie de años estudiando teología para luego decidir sobre nosotros. Esta actitud es muy propia de los países católicos, que todo lo fiamos a la Iglesia en el terreno espiritual y al gobierno en el material y social; el asunto es no tener que implicarnos ni esforzarnos demasiado.. ¡Pura vagancia, vamos!.., pero una vagancia perversa que nos hace muy dependientes, conformistas, subordinados, flojos, indecisos, inseguros, vacilantes, tímidos, acomplejados etc. etc. Tal vez por esto los países católicos, precisamente, estemos siempre a la cola de cualquier baremo de bienestar y progreso.. Tal vez por eso, los protestantes anglosajones o los calvinistas centroeuropeos estén en la cúspide del bienestar económico y tecnológico mundial.. Algo tendrá que ver la religión.. Según expertos todo..
Dicho queda..
Joaquín Yerga

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