Díganme, ¿son felices donde viven?

--Escribidme una carta, señor cura.

–Ya sé para quien es.

--¿Sabéis quien es porque una noche oscura

nos visteis juntos?.. pues.

--Perdonad; mas... --No es extraño ese tropiezo

la noche...la ocasión..

--Dadme pluma y papel. Gracias. Empiezo:

Mi querido Ramón:

--¿Querido?... Pero, en fin, ya lo habéis puesto...

Si no queréis...--¡Sí, sí!..

--¡Qué triste estoy! ¿No es eso? --Por supuesto

¡Qué triste estoy sin ti!.

Una congoja, al empezar, me viene.

--¿Cómo sabéis mi mal?.

--Para un viejo, una niña siempre tiene

el pecho de cristal.

¿Qué es sin ti, el mundo? Un valle de amarguras

¿Y contigo?.. Un Edén..

--Haced la letra clara , señor cura,

que lo entienda eso bien..

Dios mio, ¡cuántas cosas le diría

si supiera escribir!

(Ramón de Campoamor)

Uno de los ranking que se publican de vez en cuando y que veo con cierta envidia es el de las mejores ciudades del mundo para vivir. Digo lo de envidia porque, entre las diez primeras no aparecen ninguna española.. Bien es verdad que depende qué baremos se tomen para hacer la lista, así salen unas u otras..

Si la encuesta la hacen sobre ciudades millonarias en habitantes es muy distinta a si entran las más pequeñas. Lógicamente las más pequeñas en tamaño y población suelen tener mayor calidad de vida. Las urbes descomunales del tipo Nueva York, Londres o Buenos Aires en general no deberían ser muy aptas para la convivencia, al menos en salubridad, aunque si en desarrollo humano, pues se tiene al alcance de la mano un montón de servicios.

Entiendo que el nivel de vida, los sueldos de los trabajadores o el desarrollo del país donde se ubique influye muy mucho en el buen vivir de sus habitantes, por eso casi siempre y desde hace décadas las ciudades que aparecen en lo más alto del ranking suelen ser ciudades situadas en países punteros..

Suiza, Austria o Dinamarca, en Europa, acostumbran poner sus ciudades en los primeros puestos; tengan en cuenta que son países muy desarrollados, bien organizados y sus ciudadanos poseen un excelente nivel cultural. Viena (1.9 millones de hab.) debe ser una delicia de ciudad; ésta población aparece desde hace años como la primera; imagino, por tanto, que la limpieza brillará, los servicios públicos funcionarán de maravilla y en general todo allí debe ser un bálsamo de paz y urbanidad...

En América destacan las ciudades del Canadá, Vancouver, (800.000 ha.) Ottawa (900.000 ha.) o Toronto (2.7 millones de ha.) Bien es verdad que éste inmenso país es rico en materias primas, no está demasiado poblado para su enorme extensión y está en plena expansión, pero tiene una proporción de inmigrantes de los más altos del mundo; allí llegan cada año decenas de miles de individuos de todas partes del planeta y sin embargo no sé cómo lo hacen pero todos acaban adaptándose a la exquisita educación y sociabilidad de los canadienses. Hoy en día Canadá es un modelo de país en todos los ordenes del bienestar y urbanidad... Sin duda se cumple ese acertado consejo que dice: “allá donde fueres haz lo que vieres” y allí ven los inmigrantes mucha educación. 

En Asia, el otro continente que nos queda porque en África todo es un desastre, Japón y Singapur son los dos únicas naciones que aportan algunas ciudades al rankíng de calidad de vida. Las ciudades chinas, aunque prosperan moderadamente aun están lejos de ser razonablemente habitables. También las dos principales urbes australianas, Sidney y Melbourne (con algo más de 4 millones de hab. cada una) son poblaciones a seguir como sociedades modélicas..

¿Y en España?.. Si tenemos en cuenta los precios de los alquileres, los sueldos, los servicios públicos, la limpieza de las calles, la sanidad, las oportunidades de empleo etc. las ciudades mejores posicionadas son Vitoria y Pamplona (con 200.000 hab. cada una) llevan años en cabeza. Luego están Madrid, Cáceres (85.000 ha.) Barcelona (1,6 millones) o Ciudad Real (75.000 ha.) pero, ¡claro! es más fácil vivir bien y relajado en ciudades de tamaño medio, son más humanas y organizadas. En Madrid con 6,5 millones de habitantes en su área urbana y 1,5 millones de inmigrantes recién llegados, la mayoría más pobres que carracuca y con costumbres de lo más diverso, ya me dirán cómo la hacemos modelo de convivencia.. 

En fin, dichosos los que vivan en pueblos tranquilos mas o menos grandes y que estén a gusto, ellos subirán a los primeros puestos en el escalafón de calidad de vida, aunque sufran algunas carencias.. Los que vivimos alrededor de alguna infernal urbe como Madrid deberemos conformarnos con no salirnos de la tabla por abajo pero, no es menos cierto que disfrutamos de otros muchos placeres ocultos...

Joaquín Yerga