En costa lejana
y en mar de pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo
--Gabriela Mistral--
Había una vez hace mucho mucho tiempo, en la antigua Grecia, una cortesana o hetaira (prostituta de lujo), Mnesarete se llamaba.
Era tan bella Mnesarete que, según las crónicas de época, quizás fuese la mujer más hermosa de la historia del país. Sirvió de modelo al gran escultor Plaxíteles para realizar la famosa Venus de Cnido. También inspiró al pintor Apeles para su Afrodita. Imaginaos, pues, cómo sería de hermosa..
Un día Mnesarete rechazó al rico ciudadano Eutías que quería yacer con ella por mucho dinero a cambio. y éste, indignado, la denunció por impiedad; lo peor que podían acusar a un ciudadano griego en esa época.
Durante el juicio, su abogado defensor viendo que los argumentos no valían para exculparla, le dijo que se desnudara y, dirigiéndose al jurado les previno: “Olvidad si os parece los anteriores argumentos” ¿No lamentaréis condenar a ésta Diosa?..
Tan convincentes fueros sus palabras y la visión del cuerpo de la chica tan espectacular, que salió absuelta.
--Joaquín--
Venus de Cnido
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