Yo vi en
la noche
plácida luna
que
en la laguna
se retrató;
y
vi una nube,
que allá en el
cielo,
con denso velo
la
obscureció.
--Rubén Darío--
De toda la vida, si desde tiempos inmemoriales, las calles de Fuente de Cantos fueron surgiendo de manera espontanea, es decir, sin orden ni control. A partir del centro se fueron expandiendo hacía las afueras y hacía todos los puntos cardinales..
Pero fue a partir de principios del siglo XX cuando se tomó cartas en el asunto y las nuevas calles comenzaron a planificarse con regla y cartabón sobre plano. Ejemplos tenemos en las tres que surgieron en el calvario (Nueva-Calvario-Zabala ) o algunas aledañas a la Fontanilla, como Silvela.
Por el sur-este se crearon las calles de, General Infante, para unir las calles Martinez y Huelva, y la calle Mora, y con ella terminaba el pueblo por esa parte, pero quedaba la cosa muy destartalada, así que...
Se pensó en hacer una via de circunvalación que rodeara al pueblo por todo el sur-este. Hacía ella irían a morir calles como Martínez, Huelva, San Julián, Mora, Mártires, San Blas, y Carniceros, y en eso quedó. Por cierto, a la calle se le puso el nombre de Romanones.
El conde de Romanones fue un político liberal madrileño de finales del siglo XIX y principios del XX, además de muy rico e influyente. En Fuente de Cantos tuvo mucha aceptación él y su partido, el liberal, por eso, teniendo un alcalde liberal en la época en la que se inauguró la calle, pues qué mejor que ponerle su nombre, y ahí sigue..
Joaquín
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