¿Y me habláis de abuso infantil? Mirad mirad lo de este chiquillo

                                                                               

Yo supe del dolor desde mi infancia;

mi juventud..., ¿fue juventud la mía?

Sus rosas aún me dejan la fragancia...

una fragancia de melancolía.

--Rubén Darío--

Castración infantil: Extirpación o destrucción de los testículos a un niño sea de la forma que fuere. 

¿Qué cómo se castraba? Agarraos a la silla: cogían al chiquillo y lo drogaban con opio. Una vez atontado, lo metían en un barreño de agua casi hirviendo para que no sintiera dolor, le rajaban los testículos con un cuchillo y le cortaban los conductos seminales. La herida se cauterizaba con un hierro candente y se le daba mucho de beber para mantener abierto el conducto urinario.

Si castraban al niño antes de los diez años, es decir, antes de comenzar la pubertad, al niño no le crecía más el pene y presentaba el resto de su vida características femeninas e indispuesto para cualquier actividad sexual.. Si lo castraban después de empezada la pubertad, podía desarrollarse aunque sin poder eyacular, es decir, impotente.

Esto le hacían a los “castrati” (castrados en castellano), aunque la gente, siempre tan ocurrente, los llamaban “capones”.. Eran niños cantores que ya despuntaban por sus excelentes voces en los coros parroquiales de sus pueblos y, que para evitar que su desarrollo físico diera al traste con sus voces blancas y claras de soprano, les hacían, con o sin permiso paterno, la barbaridad de castrarlos..

Como siempre, los candidatos más expuestos a este tipo de actividad cantora anormal eran los niños pobres. Estos niños cuando se hacían mayores se convertían en verdaderos ídolos de masas; las iglesias se los disputaban para sus coros. Algunos triunfaron en toda Europa cantando en teatros y salas de óperas..

Uno de los castrati más famosos fue Farinelli, al que Felipe V lo colmó de honores por los buenos ratos que le hizo pasar oyéndole cantar. Pero hubo muchos, como: Gaetano Mejorano, Luigi Marchesi etcétera. 

El último de los castrati fue Alessandro Moreschi, que se retiró como una gran estrella en 1907 con 55 años.. Cantaba tan bien que era el único capaz de alcanzar las notas más altas del “Miserere de Allegri” una pieza emblemática de la Semana Santa.. 

En fin, pobrecillos.. 

Joaquín