miércoles, 10 de noviembre de 2021

Con un sorbito de café..

                                                                                  



No debería pedírtelo, no eres libre,

pero me gustaría verte de nuevo y

conversar largamente de aquello,

y cenar una noche en un lugar tranquilo,

y pasear después a la luz de la luna.

Lo siguiente lo dejo a tu elección,

por si te vuelvo a seducir.

¡Lo siento, no pasa nada por soñar!

¡Fue tan bonito lo nuestro!..

--Joaquín--


Hubo una vez un rey, Gustavo III, que gobernaba ése país tan extraordinario y pionero del bienestar social que es Suecia; bien pues el buen hombre estaba convencido de que el café era venenoso.

El café acababa de llegar a Europa, y a él le gustaba, pero no se fiaba, así que quiso hacer un experimento...

Obligó a tomar unas tazas todos los días a un criminal, mientras otro reo bebía sólo té. Supervisaba todo el proceso una comisión de médicos que valoraban los resultados.

Pero nunca hubo un experimento más desastroso que éste, pues vean que cúmulo de despropósitos se dio..

Primero murieron los miembros de la comisión, después el rey fue asesinado en un atentado mortal, a continuación estiró la pata el reo del té, a los 83 años, y ya por último murió el pobre de café, y bien a gusto, imagino...

Ignoro si al reo cafetero le fueron dando también galletitas.

Está claro que los suecos han despabilado desde entonces para acá. Ahora le salen mejor los experimentos, no hay más que ver el invento este del Ikea. En fin..

Joaquín

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