En los días de la enfermedad de mi Ana, la tortura llegó
a su máximo. A las tres de la tarde era preciso dejar
a la idolatrada enferma y partir. Eran días aquellos
de un trabajo incesante. Y mientras el amor
de mis amores se agitaba presa de la fiebre en su
lecho, yo, a tres kilómetros de mi casa, me inventaba
todos los días una nueva mentira para escapar y correr,
y luego subir a su habitación con ansias de muerte,
llamar directamente para que el sonido brusco de la
campanilla no alarmase a mi doliente amada, y
preguntar con voz temblorosa
a quien me abría: -¿Cómo sigue? ¿Cómo sigue?
--Amado Nervo--
Decía Baltasar Gracián: todos desean llegar a viejos y, en siéndolos, no quieren parecerlo.
¡Ay!, si supiera Baltasar que cuatrocientos años después de su muerte, esto de ser viejo ya no es un lastre como en sus tiempos
Claro que, nuestro insigne médico y premio Nobel, D. Santiago Ramón y Cajal, sugirió aquello de: hombre tiene la edad de sus arterias. Aún sigue vigente esa afirmación
Si quieres vivir sano, sé viejo temprano. Esto no sé quién lo dijo, creo que es un antiguo refrán castellano, pero tiene mucho sentido.
Algunas veces la línea que separa la juventud y senectud es muy tenue, Felipe de Herbelot, famoso consejero de Luis XIV y que murió a los 110 años, comentó una vez: A los setenta he cerrado mi corazón y abierto mi bodega
No obstante una las premisas para acercarnos a los años de Matusalén es haber heredado buenos genes y, si hacemos caso a algunos sabios de la antigüedad: comer poco y practicar mucho sexo. Aunque, como siempre en los refranes se da la contraria, porque otro nos sugiere para vivir mucho: dieta mangueta y siete nudos en la bragueta.
Y el caso es que leí ayer que, para evitar cáncer de próstata mientras más sexo mejor, sobre todo de viejos, Ummmmm..
En fin.
Joaquín
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