¡Mentira! Yo no busco las
grandezas;
me deslumbra la luz del
apoteosis,
y prefiero seguir entre malezas
con mi pálida corte de
tristezas
y mi novia bohemia: la
Neurosis.
Dejadme. Voy muy bien por la
existencia
sin mendigar un vítor ni una
palma,
pues bastan a mi anhelo y mi
creencia
un pedazo de azul en la
conciencia
y un rayito de sol dentro del
alma..
(Amado Nervo)
No a todo el mundo tiene porqué
gustarle España, eso es evidente. Pasa con nuestro país
como con todo, que para gustos los colores.. Aun así nosotros no
podemos quejarnos de admiradores y querencias; los hemos tenido a
miles desde siempre. Acordaros de aquellos viajeros románticos y
entusiastas del siglo XIX y otros muchos a los que hemos cautivado
con nuestros paisajes y costumbres. Y ahora ni os cuento los
millones de turistas que vienen cada año, o vendrán cuando pase lo
del virus, a saborear nuestras paellas, soles y cubatas..
Entre los detractores de nuestro
país, además de los tres o cuatro millones de independentistas y
arrimados que posiblemente les gustaría verlo desecho y troceado
para así ellos ser más grandes y engullir regiones limítrofes,
estaba el bueno de Frank Sinatra...
Pero digamos
que Franky estaba despechado y celoso de algunos galanes patrios, como
Mario Cabré o Dominguín, que se acostaban con su mujer Ava
Gadner allá por la década de los cincuenta. Aunque a ésta
guapa moza no había que insistirle mucho para encamarse con
cualquiera con ganas de juerga..
Por cierto, en uno de los primeros viajes de Sinatra a España llegó
a decir que jamás volvería a este estúpido país.. Lo dijo
mientras escupía a un retrato de Franco. Eso
le costó una multa de 25.000 ptas. que según estaba el cambio
entonces vendrían a ser unos 400 dólares, pecata minuta para
él. Conste que volvió unas cuantas veces más: unas en busca de Ava y otras al final de su vida a
cantar, con poco éxito todo hay que decirlo...
De entre los tipos a los que sí
les entusiasmaban nuestras costumbres, sobre todo los toros y las
fiestas, estaban el gran director de cine Orson
Welles, (que quiso ser enterrado precisamente en Ronda), el
escritor y premio Nobel de literatura Ernest Heminguay o
la ya mencionada Ava Gadner, la llamada, “El animal más
bello del mundo” que se instaló en Madrid, y por
aquí estuvo a base de juergas y borracheras, durante unos cuantos
años...
Otro al que también le gustó la
vida nocturna madrileña de final de los cincuenta, (curiosamente una
etapa gris con censura incluida) fue el director de cine de
Hollywood, Nicholas Ray. Vino el hombre a ahogar sus penas en alcohol y parranda.. Este
tipo, bixesual, y alcohólico, estaba amargado desde que en 1955 hizo
la película “Rebelde sin causa” y en la que dirigió
a James Dean, el joven protagonista que murió en un
accidente con su Porsche cuando apenas rondaba los 24 años. No llegó
a ver el estreno del famoso film.. Fue un mazazo para Nicholas
Ray. Desde entonces no
levantó cabeza. Se cree que estaba enamorado del chico.
Nicholas se casó por
segunda vez con la guapa actriz Gloria Grahame a la
que dirigió en unas cuantas estupendas películas; la recuerdo
especialmente en: “En un lugar solitario” junto a Humprhey
Bogart. Pues bien, no tardaron mucho en separarse y, ¿sabéis porqué?;
la moza le puso los cuernos con su propio hijo; sí, el que tuvo con su
primera mujer y que era ya mozalbete, ¡ahí es nada!.. Pero lo peor
vino después, Gloria, al final, se casó con el hijo
de Nicholas y tuvo un hijo de él, con lo que se da
la paradoja de que tuvo hijos con los dos, o sea, fue abuela y madre
del bebé.. En fin, no sé, un galimatías..
Samuel Bronston, aquel
que hizo de España en la década de los cincuenta un magnifico plató
de cine gracias a nuestros paisajes, y a los bajos sueldos de los
miles de extras que necesitaba para sus enormes producciones (todo
hay que decirlo) llamó a Nicholas Ray para dirigir
la película “Rey de reyes”, a rodar aquí.. Bueno, pues
resulta que al perillan le gustó tanto el ambiente nocturno
madrileño que se quedó unos cuantos años..
Ray montó un club en la
Avenida de América y se lo pasó en grande jugando al poker,
bebiendo whisky y dando rienda suelta a la amargura que le acompañaba
desde la muerte del joven James Dean.. Mirad algunas de las pelis que
dirigió además de Rebelde sin causa: “Johnny
Guitar”, “Infierno en las nubes”, “55 días en Pekin”, “Rey
de reyes” o “La verdadera historia de Jesse James”, por decir
algunas..
Por cierto, en su famoso club, el “Nickas” (el culo de Nick) se daban cita lo más granado de la golfearía madrileña y americana y, ¿saben qué? una de las que no faltaba ni una noche era una tal Mari Trini, entonces una jovencisima chica murciana de ojos azules de la que Nicholas estaba encaprichado. Tampoco fallaban cada noche jovencisimos gigolós, como Carlos Larrañaga o Juan Luis Galiardo; ya sabéis, aquellos futuros galanes patrios..
Por cierto, en su famoso club, el “Nickas” (el culo de Nick) se daban cita lo más granado de la golfearía madrileña y americana y, ¿saben qué? una de las que no faltaba ni una noche era una tal Mari Trini, entonces una jovencisima chica murciana de ojos azules de la que Nicholas estaba encaprichado. Tampoco fallaban cada noche jovencisimos gigolós, como Carlos Larrañaga o Juan Luis Galiardo; ya sabéis, aquellos futuros galanes patrios..
Es verdad que los que he nombrado
como amantes de nuestro país por una u otra circunstancia no son los
más, digamos recatados y decentes tipos que podríamos encontrar,
pero fueron gente inteligente, de los que de verdad dejan huella.. En fin...
Joaquin
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