Heme
aquí junto a tu sepultura,
Hermegarda,
para
llorar tu carne pobre y pura
que
nadie de nosotros vio pudrirse.
Otros
vendrán lúcidos y enlutados,
sin
embargo yo vengo borracho,
Hermegarda,
yo vengo borracho.
Y
si mañana encuentran la cruz de tu tumba
caída
en el suelo,
no
fue la noche, Hermegarda,
ni
fue el viento.
Fui
yo.
Quise
amparar mi ebriedad en tu cruz
y
rodé por el suelo donde reposas
cubierta
de margaritas, triste todavía.
Heme
aquí junto a tu tumba,
Hermegarda,
para
llorar nuestro amor de siempre.
No
es la noche, Hermegarda, ni es el viento.
Soy
yo
--Ledo
Ivo--
No
es broma, los españoles somos los europeos más parecidos entre
nosotros mismos. Mucho más que los italianos entre sí, o los
franceses, por decir algunos.. Y es que una gran proporción de
nosotros llevamos un gen en nuestro ADN al que llaman, curiosamente,
el -gen Ñ-. Conste que yo siempre lo había pensado. Recuerdo hace
muchos años haber oído decir a gente importante que venía de fuera, el gran
parecido entre nosotros cuando visitaban el país.. Ahora sería
imposible por la fuerte inmigración, sobre todo en las ciudades
grandes..
La
cosa viene de lejos, del Neolítico. A pesar de los muchos pueblos
que después pasaron por aquí, fenicios, cartagineses, romanos,
visigodos y árabes, estos no han conseguido alterar
significativamente nuestro genoma..
Además
de todo esto, resulta que los españoles también somos unos tipos
muy muy especiales por más cosas. Según unos sesudos estudios que
acaban de publicarse, sólo los finlandeses y norteafricanos comparten
con nosotros la particularidad de unos genes únicos en el mundo.
Pero no se alarmen, casi nada tenemos en común con ellos....
Ya
en 2012 después de largas investigaciones (en el llamado Proyecto
1000 genomas) concluyeron que en España se mezclaron por primera
vez, Homo Sapiens recién entrados en Europa procedentes de África,
de piel oscura, y los últimos Neandertales (pelirrojos y de ojos
azules) que quedaban antes de extinguirse, lo que hizo que fuera la
península el primer lugar donde surgieron los genes que darían
lugar a, por ejemplo, los ojos azules y piel clara de nuestra
especie. Realizadas hace unos meses las pruebas genéticas al llamado
Hombre de la Braña, (los restos de un individuo encontrado en León
que vivió hace 24.000 años) corrobora punto por punto lo que ya nos
dijeron en el Proyecto 1000 genoma hace años..
Los
genetistas insisten machaconamente en que no hay razas humanas, sólo
diferentes aspectos de la única, debido a la adaptación al medio..
Pero dentro del genoma general del ser humano nadie discute que
algunos grupos de genes (halotipo) difieren de unas poblaciones a
otras.. El genoma español pertenece al halotipo llamado R1b, lo que
significa que pertenece al linaje de los primeros europeos, y aunque
todos los pueblos que pasaron por la península dejaron alguna huella
genética, sin duda, resulta que nuestra base genética apenas ha
cambiado.
Miren
qué curioso.. Según unos estudios realizados por las Universidades del País Vasco y la de Valencia, recogiendo muestras de
ADN de más 1.500 españoles repartidos por toda la península,
resulta que llevamos un 20% de sangre judía, y eso a pesar de la
inquina que incomprensiblemente le tienen muchos.. Esto se debe a la
gran cantidad de ellos que entraron en España cuando los romanos
destruyeron Jerusalén en el año 70.. Muchos fueron expulsados en
tiempos de los Reyes Católicos, pero otros tantos se convirtieron al
catolicismo o simularon hacerlo, y se quedaron..
Y sorpréndanse: el 10% de nuestros compatriotas tienen, o tenemos,
sangre norteafricana. Pero pásmense más si cabe, se dan más estos
genes en Galicia y menos en Andalucía. Es decir, hay más sangre
mora entre los gallegos que entre los andaluces.. La explicación es
que todos los moriscos del sur fueron expulsados fuera de nuestras
fronteras y algunos distribuidos por otras regiones, como Galicia. De
ahí que aun perdure su sangre en los gallegos actuales..
Y
luego la repera de las sorpresas, porque los portugueses y nosotros
(y esto no lo sabía) somos más diferentes de lo que se pensaba, y
eso que estamos al ladito unos de otros.. La explicación: pues que
precisamente cuando expulsamos a los moriscos y a los judíos, casi
un millón entre los dos, muchos de ellos se refugiaron en Portugal,
con lo que alteraron su ADN al mezclarse luego con los lusos que allí
vivían.. De tal forma fue la cosa que los portugueses o los
italianos tienen más sangre norteafricana que nosotros..
Estarán
conmigo que esto del ADN y el genoma es la repera; y eso que
estamos empezando. Ya casi podemos hacer un mapa perfecto de nuestro
pasado más remoto.. A mi me apasiona, lo reconozco...
Joaquín
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