lunes, 18 de noviembre de 2019

Que levante la mano el que tenga los ojos azules





Heme aquí junto a tu sepultura,
Hermegarda,
para llorar tu carne pobre y pura
que nadie de nosotros vio pudrirse.
Otros vendrán lúcidos y enlutados,
sin embargo yo vengo borracho,
Hermegarda, yo vengo borracho.
Y si mañana encuentran la cruz de tu tumba
caída en el suelo,
no fue la noche, Hermegarda,
ni fue el viento.
Fui yo.
Quise amparar mi ebriedad en tu cruz
y rodé por el suelo donde reposas
cubierta de margaritas, triste todavía.
Heme aquí junto a tu tumba,
Hermegarda,
para llorar nuestro amor de siempre.
No es la noche, Hermegarda, ni es el viento.
Soy yo
--Ledo Ivo--

No es broma, los españoles somos los europeos más parecidos entre nosotros mismos. Mucho más que los italianos entre sí, o los franceses, por decir algunos.. Y es que una gran proporción de nosotros llevamos un gen en nuestro ADN al que llaman, curiosamente, el -gen Ñ-. Conste que yo siempre lo había pensado. Recuerdo hace muchos años haber oído decir a gente importante que venía de fuera, el gran parecido entre nosotros cuando visitaban el país.. Ahora sería imposible por la fuerte inmigración, sobre todo en las ciudades grandes..
La cosa viene de lejos, del Neolítico. A pesar de los muchos pueblos que después pasaron por aquí, fenicios, cartagineses, romanos, visigodos y árabes, estos no han conseguido alterar significativamente nuestro genoma..
Además de todo esto, resulta que los españoles también somos unos tipos muy muy especiales por más cosas. Según unos sesudos estudios que acaban de publicarse, sólo los finlandeses y norteafricanos comparten con nosotros la particularidad de unos genes únicos en el mundo. Pero no se alarmen, casi nada tenemos en común con ellos....
Ya en 2012 después de largas investigaciones (en el llamado Proyecto 1000 genomas) concluyeron que en España se mezclaron por primera vez, Homo Sapiens recién entrados en Europa procedentes de África, de piel oscura, y los últimos Neandertales (pelirrojos y de ojos azules) que quedaban antes de extinguirse, lo que hizo que fuera la península el primer lugar donde surgieron los genes que darían lugar a, por ejemplo, los ojos azules y piel clara de nuestra especie. Realizadas hace unos meses las pruebas genéticas al llamado Hombre de la Braña, (los restos de un individuo encontrado en León que vivió hace 24.000 años) corrobora punto por punto lo que ya nos dijeron en el Proyecto 1000 genoma hace años..
Los genetistas insisten machaconamente en que no hay razas humanas, sólo diferentes aspectos de la única, debido a la adaptación al medio.. Pero dentro del genoma general del ser humano nadie discute que algunos grupos de genes (halotipo) difieren de unas poblaciones a otras.. El genoma español pertenece al halotipo llamado R1b, lo que significa que pertenece al linaje de los primeros europeos, y aunque todos los pueblos que pasaron por la península dejaron alguna huella genética, sin duda, resulta que nuestra base genética apenas ha cambiado.
Miren qué curioso.. Según unos estudios realizados por las Universidades del País Vasco y la de Valencia, recogiendo muestras de ADN de más 1.500 españoles repartidos por toda la península, resulta que llevamos un 20% de sangre judía, y eso a pesar de la inquina que incomprensiblemente le tienen muchos.. Esto se debe a la gran cantidad de ellos que entraron en España cuando los romanos destruyeron Jerusalén en el año 70.. Muchos fueron expulsados en tiempos de los Reyes Católicos, pero otros tantos se convirtieron al catolicismo o simularon hacerlo, y se quedaron..
Y sorpréndanse: el 10% de nuestros compatriotas tienen, o tenemos, sangre norteafricana. Pero pásmense más si cabe, se dan más estos genes en Galicia y menos en Andalucía. Es decir, hay más sangre mora entre los gallegos que entre los andaluces.. La explicación es que todos los moriscos del sur fueron expulsados fuera de nuestras fronteras y algunos distribuidos por otras regiones, como Galicia. De ahí que aun perdure su sangre en los gallegos actuales..
Y luego la repera de las sorpresas, porque los portugueses y nosotros (y esto no lo sabía) somos más diferentes de lo que se pensaba, y eso que estamos al ladito unos de otros.. La explicación: pues que precisamente cuando expulsamos a los moriscos y a los judíos, casi un millón entre los dos, muchos de ellos se refugiaron en Portugal, con lo que alteraron su ADN al mezclarse luego con los lusos que allí vivían.. De tal forma fue la cosa que los portugueses o los italianos tienen más sangre norteafricana que nosotros..
Estarán conmigo que esto del ADN y el genoma es la repera; y eso que estamos empezando. Ya casi podemos hacer un mapa perfecto de nuestro pasado más remoto.. A mi me apasiona, lo reconozco...
Joaquín



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