lunes, 25 de noviembre de 2019

Esto es amor, lo demás es tontería...




Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.

Han venido
ha incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que solo se halla así misma
porque no hay nadie.

Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad
que la palabras se suicidan.
--Alejandra Pizarnik


Todos conocemos muchas historias de amor. En ellas han habido de todo, desde finales más o menos felices, algunos cuantos tristes y otros muchos trágicos.. Básicamente son historias de amor del pasado, algunas incluso de tiempos remotos, aunque no pocos son meros relatos literarios que con el paso de los años, casi, nos hemos creído que son realidad; acuérdense de “Romeo y Julieta” o la “Dama de las camelias”, una escrita por Shakespeare y la otra por Alejandro Dumas..
La historia de amor de Asunción Balaguer, la que fuera mujer de Paco Rabal con éste, su marido, fue una historia de un amor incondicional, que no traspasará nuestras fronteras ni el tiempo la hará inmortal, pero no por ello dejará de ser la historia de una entrega total a un hombre y de un amor eterno e indestructible...
Asunción murió hace dos días a la edad de 94 años, y llevaba ya viuda desde el 2001; año en el que lo hizo Paco.. Conocemos su historia sentimental por una entrevista que dio a un medio de comunicación no hace mucho. En esa sincera confesión vino a decir que soportó con resignación infinita las muchas infidelidades de su marido, y que todo lo hizo por amor.
Si, ya sé que algunos podrían decir que en realidad fue una tonta de remate por aguantar esas cosas, que eso es imperdonable, y que lo tenia que haber dejado desde la primera traición.. Y es verdad, todos sabemos que historias como la de Asunción se daban por millones en la España reciente, de no hace mucho, donde los maridos hacían con esto de la fidelidad de su capa un sayo y que ellas soportaban todo porqué, o no tenían capacidad económica para subsistir, porque estaban llenas de hijos o por que ni siquiera exista el divorcio; además estaba mal visto hasta protestar. Sin embargo Asunción no era una mujer inculta, indefensa o pobre, de las tantas que habitaban el triste país que era la España en los años cincuenta, ni mucho menos, ella era una guapísima burguesa catalana, hija de padres separados y con un porvenir brillante en el mundo del cine y el teatro, y que lo dejó todo para unirse a Paco.
Paco Rabal fue uno, (quizás el que más) de los galanes mas famosos y cotizados de los cuarenta y cincuenta en nuestro país. Hizo docenas de películas y seguro que tuvo cientos de oportunidades (muchas aprovechadas) para serle infiel a Asunción con chicas guapas que se abrían camino en ese mundo de la farándula y que caerían rendidas a su pies, o con actrices ya reconocidas y liberadas con las que a buen seguro pasaría noches inolvidables; ella, Asunción, esperó, paciente, no pocas madrugadas el regreso al hogar del seductor impenitente que era su marido..
Paco nunca le engañó, llegó a decir Asuncion. No, porque ella sabía de lo suyo en las largas noches sin regreso; ella percibía su regocijo y relajación sexual al volver a casa al despuntar el alba, y sin embargo solo unos pequeños reproches, que a la mañana siguiente olvidada, salían de sus labios y de su corazón.. Sólo una única cosa jamás llegó a perdonar a Paco, la existencia de un hijo ilegitimo y ocultado, que tan sólo después de muerto el actor llegó a conocer.. Aun así siempre reverenció a su marido, siempre le quiso con locura.. Su único deseo al final de sus días era ser enterrada junto a él allá donde estuviera..
Asunción se enamoró profundamente del guapo y rudo actor a los 20 años y en ese estado sentimental siguió hasta su muerte. El tenia la misma edad y ya era famoso.. Se casaron en Barcelona en 1951.. “Pese a todo, yo no puedo vivir sin su sombra cerca, no entiendo la vida sin él” Estas palabras salieron de los labios de Asunción Balaguer no pocas veces durante su vida.. Por cierto, Paco murió en su brazos en el mismo avión que los traía de regreso de Canadá, de recoger un premio cinematográfico.
Joaquín

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